Todas las encuestas y la mayoría de los análisis apuntan a que la próxima cita electoral en la CAV será escenario de una cerrada pugna entre el PNV y Euskal Herria Bildu por el liderazgo político en esta parte de Euskal Herria. Este horizonte ya se vislumbró hace un año, cuando la coalición soberanista -entonces sin Aralar- alcanzó el poder en la Diputación de Gipuzkoa y en más de un centenar de ayuntamientos de Hego Euskal Herria. Y esa tendencia quedó reforzada en las elecciones a las Cortes españolas del 20 de noviembre, cuando Amaiur superó al PNV en número de diputados y votos (7 escaños frente a 5, y 334.498 frente a 324.317), sin computar el único escaño y las 42.415 papeletas logradas por Geroa Bai -coalición en la que se integraron los jeltzales en Nafarroa-

En vísperas de las elecciones autonómicas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa -donde la legislatura concluirá a más tardar en marzo del próximo año-, aumentan las posibilidades de que la candidatura que encabezará Laura Mintegi sea la primera fuerza.

El pasado 23 de abril, antes de que tomara cuerpo Euskal Herria Bildu, GARA se hacía eco de una encuesta privada que auguraba que el PNV sería la fuerza más votada (con 326.000 papeletas, el 29% de los votos y 22 escaños), mientras que la coalición soberanista formaría el grupo con más representantes en el Parlamento de Gasteiz (con 317.000 papeletas, el 28% de los votos y 24 escaños). Por razones técnicas, aquel muestreo incluyó la posibilidad de votar a Aralar, a la se que otorgaron 12.000 votos.

Para obtener estos datos se realizaron 625 entrevistas telefónicas en cada territorio, un número significativamente mayor que el utilizado por el Euskobarómetro que se hizo público el viernes, que consultó a 400 personas por herrialde.

El Euskobarómetro de Mayo también refleja un apretado reparto de escaños, si bien inclina la balanza hacia el PNV, con 23 o 24, frente a EH Bildu, con 22. Amplía la distancia cuando traslada los datos a votos, calculando 350.000 para la formación jeltzale y 280.000 para la coalición soberanista. Una diferencia de 70.000 votos que refleja la que hay entre el 32% de los votos válidos y el 25% que concede a unos y a otros con una participación del 65% del electorado.

Foro europeo

En este contexto, no es de extrañar que el candidato del PNV arremetiera ayer contra la coalición soberanista, llegando a acusar a «los gobiernos de Bildu» de «imponer desde dentro modelos basados en la ortodoxia estalinista».

Lo que sí causa cierta extrañeza es que Urkullu realizara esas declaraciones en el marco del Consejo del Partido Demócrata Europeo, que se reunió en Bilbo, en el que estuvo acompañado, entre otros, por François Bayrou, el líder centrista francés cuyo futuro político está en entredicho tras las sucesivas debacles electorales en las recientes presidenciales y legislativas -en las primeras apenas obtuvo el 9,3% de los sufragios y en las segundas el Modem solo logró dos escaños en la Asamblea Nacional francesa-.

Aunque no citó el tema explícitamente, Urkullu lanzó esa crítica en alusión a la moción de censura contra el diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa aprobada el día anterior por el PNV junto a PSE y PP.