Oinatz ahonda en su paradoja
El delantero de Leitza desarboló a Martínez de Irujo, al que tuvo dentro del tres y consiguió la txapela por segundo año consecutivo.
BENGOETXEA VI 22
MARTÍNEZ DE IRUJO 12
Jon ORMAZABAL
Por segundo año consecutivo, Oinatz Bengoetxea ahondó en su propia paradoja, la de un pelotari que, en una semana es capaz de desarbolar a los campeonísimos Aimar Olaizola y Martínez de Irujo dentro de la jaula y que, sorprendentemente, nunca ha conseguido clasificarse para semifinales en el Cuatro y Medio oficial. El dato se hace difícil de asimilar, sobre todo tras partidos como el de ayer, en el que el acotado parece una distancia hecha para él, pero también a Titín en su día le costó horrores hacer algo importante dentro de la jaula.
Y es que, por mucho que Martínez de Irujo le diera ayer mucho más trabajo que en la final del año pasado, el delantero de Leitza asfixió en su ritmo al de Ibero, que sigue en época de sequía en cuanto a txapelas.
Como ya hiciera la semana pasada en el mismo escenario ante Aimar Olaizola, la clave del triunfo del delantero de Asegarce radicó en el fuerte ritmo que imprimió al partido desde el primer pelotazo, llevando el juego a un dinamismo en el que se encuentra mucho más cómodo que todos sus rivales.
Dentro del tres
Jugando en corto, casi pegados al frontis pero con constantes desplazamientos laterales, Oinatz Bengoetxea consiguió llevar el juego a su terreno, donde su rapidez de movimientos y piernas es superior a la del resto, provocando que la pelota atropellase a un Martínez de Irujo que se vació en defensa, llevando pelotas imposibles, pero que nunca tuvo tiempo de pensar y de jugar más en largo, donde podría sacar provecho a su mayor pegada.
Tras un arranque de partido bastante igualado, con tantos y errores para ambos lados, Oinatz Bengoetxea dio un paso adelante, se adelantó a las intenciones de un rival que pocas veces encontró huecos -cuando no era la rapidez de Oinatz se estrelló en la chapa- y enseguida abrió hueco en el marcador. Irujo esta vez sí creyó en la remontada, se acercó con un parcial de 5-0, pero una falta de saque terminó con las pocas opciones que le quedaban.
Pese a sus dos triunfos consecutivos en el acotado de Nafarroa y que también ganó en aficionados en Elgeta, el Cuatro y Medio oficial es el único campeonato oficial en el que Bengoetxea VI nunca ha entrado en semifinales, pese a que tiene todas las posturas para hacerlo, como volvió a demostrarlo ayer.
Oinatz Bengoetxea estaba radiante tras su segunda txapela del acotado de Nafarroa, por haber ganado y haberlo hecho además con un gran juego. «Creo que he acertado a jugarle, él tenía que jugar algo más largo, pero me he adelantado, he puesto un buen ritmo, me han salido las cosas muy bien y creo que he jugado un gran partido», señaló.
«Sabía lo que tenía que hacer, buscarle y que nunca jugara cómodo y creo que me ha salido bien», agregó. A Irujo se le vio por momentos sin ideas en ataque, pero el de Leitza lo achaca al alto ritmo al que se jugó.
«Hay que tener en cuenta que hemos jugado a un ritmo endiablado, que nos hemos llevado una gran paliza, de fuera parece fácil pero a esa velocidad, hacer las cosas bien es muy complicado», señaló el de Asegarce, que repetía txapela. J.O.
