El Foro de Sao Paulo, cuyo XVIII Encuentro se ha desarrollado en Caracas bajo el lema «Los pueblos del mundo contra el neoliberalismo y por la paz», en el que tomó parte una delegación de la izquierda abertzale, adoptó en su sesión plenaria una resolución sobre la situación que se vive en Euskal Herria. En ella, se da «la bienvenida al nuevo tiempo político» que se vive en nuestro país, calificando de «hechos históricos» la Conferencia Internacional de Donostia y la decisión de ETA de poner fin a su lucha armada.

En esa resolución, haciéndose eco de la Declaración de Aiete, los participantes en el Foro de Sao Paulo -al que asistieron cerca de 600 delegadas y delegados de movimientos sociales de izquierda y un centenar de representantes de partidos políticos de todo el mundo- instan «a los gobiernos y a los diferentes actores políticos a adoptar políticas proactivas tendentes a afrontar un proceso de soluciones para las causas y consecuencias del conflicto político».

La delegación de la izquierda abertzale estuvo integrada por Xabier Mikel Errekondo y Asier Altuna. El diputado de Amaiur intervino en el seminario sobre paz, soberanía nacional y descolonización, y estuvo presente en el Primer Encuentro de Parlamentarios de la Izquierda Mundial, que tuvo lugar en la Asamblea Nacional de Venezuela.

Propuesta de IU

Por otro lado, en Bilbo, Ezker Anitza-IU presentó ayer su «Propuesta sobre pacificación y normalización política», subrayando su «preocupación» porque observa «un proceso de bloqueo desde el anuncio de ETA del cese definitivo de la violencia». Tal como recogió la agencia Efe, Mikel Arana indicó que es necesario «articular una memoria que identifique, sin visiones subjetivas, las distintas vulneraciones de los derechos humanos que se han producido en Euskadi durante décadas y sus responsables».

Respecto a la cuestión de «los reclusos de la banda terrorista», esta formación aboga por «que se aplique el régimen penitenciario sin tratamientos excepcionales», lo que, a su juicio, implicaría «el acercamiento a sus lugares de origen, la libertad tras el cumplimiento de las tres cuartas partes de condena, la libertad por motivos de salud, la eliminación de la doctrina Parot, y una política de concesión de indultos individualizados de manera excepcional».

Arana también exigió al Gobierno español una actitud «proactiva» para conseguir «el final de ETA en lo que a la parte armada corresponde».