No hay año, y van trece, en que el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, y las comparsas no crucen mensajes respecto a diferentes aspectos de Aste Nagusia. La inoperatividad de la Comisión Mixta, donde la Alcaldía impone sus criterios por encima de cualquier debate, ha llevado a los agentes festivos a plantear su discurso en un tono irónico, que tampoco parece gustar al primer edil, por algunas de sus declaraciones públicas más recientes a una televisión local.

Tras proponer unas alternativas a las propuestas municipales para emplazar este año el Txikigune y los conciertos, que abandonan los muelles y Botica Vieja, Azkuna les respondió en un tono muy poco educado que eran «los más listos de todo Bilbao» y que no habían puesto sobre la mesa ninguna alternativa. Bilboko Konpartsak lo desmintió ayer, incidiendo en que tienen soluciones a los problemas que se presentan este año.

Por ejemplo, en el caso de los conciertos, le explicaron al alcalde que sus representantes en la Comisión Mixta de Fiestas llevan mucho tiempo proponiendo trasladar las actuaciones musicales masivas de Aste Nagusia a la parte baja del parque de Etxebarria o a la zona de la Avenida del Ferrocarril más cercana a la plaza de toros de Vista Alegre, «espacios a nuestro escasísimo juicio -apunta con ironía- y así a ojo, de mayor capacidad y seguridad».

En cuanto al espacio destinado a los más pequeños -el Txikigune-, las comparsas rechazan el traslado al parque de Doña Casilda. Las sugerencias que han efectuado a los responsables municipales, y así se lo hacen saber a Azkuna ante su ignorancia, son la parte de Gran Vía entre las plazas Circular y Elíptica, además de la calle Quintana, que es el antiguo acceso a la plaza del Gas.

Bilboko Konpartsak estima que igual cometieron una «torpeza» al proponer sus alternativas en la Comisión Mixta de Fiestas, en la que consideran que el alcalde no cree y así lo está demostrando, evitando el debate en su seno e imponiéndole cada una de las decisiones que se adoptan en otros foros.

Ya que Iñaki Azkuna parece no tomarles mucho en serio y tan solo se dedica a desprestigiarlos, los agentes festivos insisten en la filosofía que a su parecer tienen las decisiones impuestas por la Alcaldía. Así, frente a la propuesta de que los conciertos se emplacen en el muelle del Museo Marítimo, que estiman que es un espacio «peligroso», proponen trasladarlos a los terrenos aledaños al aeropuerto de Loiu. En cuanto al Txikigune, apuestan por una solución verde, como es enviar los hinchables y los talleres para niños y niñas al Pagasarri.