Las autoridades de Jartum tratan de frenar las manifestaciones antigubernamentales que se intensificaron a mediados del pasado mes de junio con arrestos, como el del dirigente opositor Kamal Omar, y gases lacrimógenos, que han intoxicado a muchos estudiantes.

Las protestas aumentaron el 18 de junio después de que el presidente, Omar al-Bashir, anunciase un plan de austeridad para hacer frente a la crisis económica agravada por la pérdida de gran parte de sus ingresos petroleros tras la independencia de Sudán del Sur, que hoy cumple su primer aniversario. Ayer, Al-Bashir anunció la reducción de su Gabinete.

La detención del secretario de la oficina política del opositor Partido del Congreso Popular de Sudán (PCP), el islamista Kamal Omar, que mostró su apoyo a las protestas, se produjo el sábado en su casa y se desconoce su paradero. Según el PCP, el arresto pretendía impedir su viaje a Doha, donde iba a intervenir en un programa de la cadena Al-Jazeera para hablar de las protestas que sacuden el país y así «intentar acallar toda opinión contraria a la del régimen gobernante».

El PCP, dirigido por Hassan al-Turabi, antiguo mentor de Al-Bashir, es uno de los partidos que el pasado miércoles anunció una campaña de movilizaciones contra los recortes anunciados.

El domingo, la Policía antidisturbios reprimió con gases lacrimógenos una protesta estudiantil de cerca de un millar de personas, que pretendían salir de la Universidad de Jartum para protestar y pedir la renuncia del presidente y su Gobierno. Testigos indicaron a Efe que muchos estudiantes resultaron intoxicados y se produjeron varios arrestos.