El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP), volvió a mostrar ayer sus discrepancias con el Gobierno español, en manos de su partido, en el asunto de Garoña, ya que volvió a pedir su cierre, rechazando así la orden ministerial que abre la puerta a una nueva prórroga sobre la vida útil de la central nuclear.

Lo hizo en la presentación del programa oficial de las fiestas de la Virgen Blanca, donde Maroto explicó que el recurso contra la posible prolongación de la vida de Garoña hasta el año 2019 será presentado lo antes posible. «He tenido la oportunidad de explicar este asunto, mi posición personal, este recurso es pasar de las palabras a los hechos» explicó el primer edil gasteiztarra, que añadió que «el viernes tomé la decisión de recurrir la prórroga».

En cuanto a la posición de Madrid respecto a esa prórroga de Garoña, Maroto manifestó el suyo «no es el punto de vista que defiende mi partido, y mi decisión es esta. No estoy de acuerdo con lo que está haciendo el gobierno en este tema».

En cuanto a posibles contradicciones entre militar en su partido y oponerse a la decisión de Madrid, expuso que «soy del PP pero no tengo la opinión que tiene mi partido respecto a Garoña. Se puede discrepar manteniendo la coherencia con lo que uno cree».

Oposición en Araba

La prórroga de la vida útil de la central de Garoña hasta 2019 prevista por el Gobierno de Mariano Rajoy, ha encontrado una dura oposición en Araba, bien en el apartado institucional, con la oposición de Gasteiz, formada por PP, PSOE, PNV y Bildu, en pleno apoyando el cierre; y en la calle, con varias manifestaciones de diferentes agentes sociales y ecologistas que han pedido reiteradamente el cierre de la central nuclear, que estaba previsto para 2013.

Otros grupos, como Ezker Anitza, sin representación en la capital alavesa, los sindicatos LAB, ELA, UGT y CCOO o la propia CEOE también se han mostrado favorables al cierre inmediato de la planta nuclear, dejando a Maroto, partidario de la clausura, en una situación delicada, que le ha obligado a presentar un recurso ante una orden de su propio partido.

La central burgalesa, que lleva abierta 46 años, ha contado históricamente con una fuerte oposición en Euskal Herria, pidiendo su cierre inmediato, ya que cualquier accidente de la planta, situada a menos de cincuenta kilómetros de Gasteiz supondría una catástrofe.

El anterior gobierno español, encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero, decidió cerrar definitivamente la central en 2013, después de posponer un cierre que debía haberse llevado a cabo en 2009.

Sin embargo, José Manuel Soria, titular de Industria del actual gobierno español, decidió estirar aún más la vida de la vieja central nuclear, programando su cierre para 2019 y tensando más aún una situación complicada. Tanto es así que el propio primer edil de Gasteiz ha tenido que interponer un recurso a esta prórroga.