Si en 2009 el Sky se gestó con la intención de ganar un Tour con un inglés en un plazo de cinco años, tras lo sucedido ayer, Wiggins no descartó tras su victoria en la crono la opción de estar acompañado por Froome en el podio de París: «Veremos qué pasa. El año pasado no teníamos plan B en el equipo. Este año es diferente. La idea es mantenerlo sin trabajar el mayor tiempo posible. No esperábamos encontrarnos en esta posición con dos del equipo entre los tres primeros. Veremos si intentamos subir los dos al podio o si resulta necesario sacrificar a Chris».

Preguntado por los dos minutos en los que aventaja ya a Evans señaló que «lo más importante es que estoy concentrado en lo que hago. Mi objetivo en la crono no era ganarla sino que pensaba en la general final y ahora siento un alivio. Desde la salida de Lieja hay una tensión enorme, es una locura y no hay que dejarse influenciar. Estoy muy satisfecho de lo que he hecho hasta ahora. No pensaba que tendría estas diferencias. Pero hay que saber manejar las emociones. Y no es fácil. La noche siguiente de coger el amarillo no dormí bien a causa de una carga emocional, es por eso por lo que a mí me gusta este deporte, por las emociones».

Explicó que el triunfo de ayer se basó en el trabajo que se realiza en el Sky de manera sistemática en todos los ámbitos: «Después de la Dauphiné fuimos todo el equipo a reconocer el recorrido de la crono. Estaba muy motivado porque era mi oportunidad, era como correr en mi casa, y estoy muy contento de lo que ha sucedido. No era una crono fácil porque había muchas curvas, pequeñas subidas y una llegada técnica, con carreteras nuevas y era importante reconocerla y haberla grabado en vídeo para verla después en el ordenador».

Añadió que llevaba los nombres de sus dos hijos en los dedos que le quedan más cerca de su vista en la posición contrarreloj para pensar en ellos y tener una motivación mayor. Durante los diez kilómetros finales su director Sean Yates le pedía que «pensara en todas esas horas, en todos los sacrificios que he hecho durante el invierno, la falta de cumpleaños de mis hijos por las concentraciones y me ha dado una motivación especial. No sabía cómo iba a responder tras etapas tan duras como las del fin de semana, pero desde el primer momento que me he puesto en el rodillo he visto que tenía muy buenas piernas, que era un gran día».

Se le preguntó por su plato asimétrico y su postura perfecta en la bicicleta y recordó que «he hecho pista durante diez años, hemos ganado muchas medallas y cuidamos todos los detalles, tanto del material, como de la posición en la bicicleta. Mi escuela ha sido la pista, la persecución individual, por equipos... Hemos hecho muchos kilómetros en esta posición desde que era un crío y hemos trabajado muchísimo para buscar la posición en la que puedo ir más rápido».

Se le empezó a nombrar la cantidad de profesionales que trabajan con él, entre los que se incluyen el nutricionista que le ha ayudado a bajar once kilos en cuatro años, o un psicólogo y aprovechó esta referencia para decir que pese a su labor «no voy a cambiar. Es mi pasión por el ciclismo. He sido un fan de este deporte desde niño y es bueno que el ciclista tenga esa pasión porque si no sería una máquina. Por esa pasión tuve la respuesta en la conferencia de prensa ayer, aunque estoy apenado por lo que dije».

Defensa del manager del equipo

Su respuesta dura a todos los que han insinuado en las redes sociales que el Sky domina el Tour como lo hacía el US Postal motivó muchos comentarios ayer en el Tour y el manager general del equipo, Dave Brailsford, salió en apoyo de la respuesta de su corredor ante las insinuaciones de que el éxito del Sky es el resultado del dopaje: «Bradley se bajó de su bicicleta después de un muy, muy duro trabajo de seis horas sobre un escenario lleno de dureza y cuando se le pregunta si hace trampas es lógica su respuesta. Estoy totalmente de acuerdo con el sentimiento y me gusta la pasión. Es posible que haya algunas palabras que no han sido acertadas, se podían haber cambiado. Pero, aparte de eso, en el fondo, en lo que a mí respecta, no hay ningún problema en lo que dijo y estoy sorprendido por la avalancha de tweets recogidos».

Eclipsado por la actuación de Wiggins, Chris Froome tuvo un papel secundario, aunque fue el gran triunfador de la crono al quedar segundo tras un especialista como Cancellara y meterse de lleno en la lucha por el podio. La segunda espada del Sky señaló que «las cronos son con diferencia la especialidad más difícil en el ciclismo. Tienes que ir a tope y sacar todo lo que tienes dentro. Me motivó mucho conocer las referencias que me estaban dando por el pinganillo, pero luego también tienes que tener cuidado para guardar fuerzas hasta el final».

Froome añadía que «estoy muy contento con nuestra actuación, pero hay un largo camino por recorrer antes de poder empezar a pensar en el podio. Solo voy a tomar las cosas día a día». Lo que está claro es que la crono ha cambiado el mensaje. Ya no se piensa solo en ganar con Wiggins, también se contempla que Froome le acompañe en París.