Pasan algunos minutos de las 17.30 y las tropas navarras descansan junto a la plaza de San Francisco, en Iruñea. Espadas, armaduras y enseñas del reino soberano se mezclan con los cubos de sangría, las elaboradas meriendas para los guerreros y los instrumentos de las txarangas. Con motivo del recuerdo del quinto centenario de la conquista de Nafarroa, las peñas sanfermineras celebraron ayer una kalejira con el lema «500 urte eta gero, Nafarroa Bizirik». Un recuerdo a la soberanía del herrialde en sus fiestas más internacionales y un nuevo ejemplo de que las entidades populares transitan el camino opuesto al de la versión oficial, empeñada en presentar como un apretón de manos lo que constituyó una conquista militar.

Entre gritos de «Nafarroa Bizirik» y escoltados por un grupo de zanpantzares, los miembros de las diferentes peñas de Iruñea iniciaron su tradicional recorrido previo a la corrida de toros. Aunque, en esta ocasión, el blanco y el rojo que siempre terminan teñidos de morado-sangría fueron sustituidos por las mallas y los telares de los trajes medievales. Un recuerdo a aquellas tropas navarras que trataron de evitar la invasión del Duque de Alba. Aunque, en realidad, y teniendo en cuenta el calor que castigaba ayer las calles de la capital de Euskal Herria, daba la sensación de que la principal batalla de estos guerreros contemporáneos estaba prevista contra la insolación del tendido.

Tras la llamada de un cuerno, la kalejira se puso en marcha. «Ya verás qué gracia le hace esto a Aizpún», bromeaba uno de los peñeros, ataviado con un traje medieval decorado con un Arrano Beltza. Los ataques de UPN a las iniciativas populares como Nafarroa Bizirik se han repetido durante todo el año. Sin embargo, el recuerdo a 1512 está presente, tanto en muchas de las pancartas de las peñas como en actos como la kalejira de ayer. Enarbolando sus espadas, el ejército de Nafarroa tomó ayer el tendido sol, uno de los bastiones de las fiestas de la capital vasca. Otro acto de recuerdo a la soberanía perdida.