Mikel INSAUSTI

Qué vuelva Sam Raimi, por favor. Echo de menos su entretenida y divertida trilogía del superhéroe arácnido, porque la nueva etapa iniciada por Marc Webb, autor de la comedia romántica «(500) días juntos», se me hace muy pesada. Claro que la culpa no es suya, sino de los ejecutivos de Columbia que han convencido a los de Marvel sobre la conveniencia de llevar al doble personaje de cómic por el lado serio y dramático. El romance estudiantil entre Peter Parker y Gwen Stacy ocupa buena parte de los casi 140 minutos interminables que dura la más aburrida de las entregas de la franquicia, oficialmente presentada como un reboot o relanzamiento de vuelta a los orígenes de la parte humana o alter ego del Hombre Araña.

Y eso que Andrew Garfield, sobre el papel, me parece un actor adecuado para representar a la personalidad bipolar que nos ocupa. Da con la necesaria imagen de chico normal, transformado de forma accidental en un ser con poderes, pero que conserva intacta su capacidad racional para dudar. Además, su estilo interpretativo es muy gestual, lo que permite que no se pierda el ritmo al pasar de las escenas espectaculares a las de tono intimista. Por desgracia, de poco sirve su esfuerzo ante los constantes parones de una realización y un montaje que no consiguen dar continuidad a la acción, hasta el punto de que los combates entre el villano Lagarto y Spider-Man acaban contagiándose de la inapropiada solemnidad del conjunto.

«The Amazing Spider-Man» es un dramón, toda vez que pone el énfasis en la soledad de Peter Parker, que pierde a sus padres, a su tío y a su suegro. Este último es, en realidad, el padre de su chica, a la que debe renunciar porque el hombre lleva la jefatura de la policía de Nueva York, situación que carga las tintas en el folletín familiar más conservador y tradicional. Menos mal que el viejo Stan Lee pone la nota graciosa en su habitual cameo, ahora haciendo de bibliotecario del instituto ajeno a los destrozos de los dos principales contrincantes por culpa de la música de sus auriculares. A lo que no le veo el chiste es a que se haga una descarada promoción del nuevo diseño de las camisetas dentro de la película.