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udate | iruñeko sanferminak

De lo que come el grillo, poquillo

Fede DE LOS RÍOS

Cuando el día 5 veo a los del PETA y algún advenedizo ocasional medio en porretas, tratando de escenificar el sufrimiento de los toros, doy gracias al cielo porque el alcohol, a ingerir en días posteriores, todavía no haya relajado mis maneras, culturales, dejando escapar la animalidad que en mí anida.

Lo sé. Sé que no es racional pero, ¡qué quieres!, los veo y me exasperan. Como cuando escucho a los meapilas Ptv’s, todo serios, decir que el momentico de la jota al Santo en la procesión del 7 es lo mejor de los Sanfermines.

Nueve días con sus noches de no trabajo, de transgresión, de alcohol, de posibilidades de goce sin freno y resulta que lo mejor es… ¡la jotica al santo!

Como soy de mala condición, la religiosidad, tanto en vertiente jotera como franciscana «hermano lobo», me produce prurito cerebral. Unos creen hablar con un mulato de capa roja muerto a lomos de un toro; los otros, dicen ponerse en el lugar del toro.

A unos, el canto, les hace estar en comunión con lo divino; a otros, al pegarse con cello banderillas manchadas de rojo, se ven partícipes del sacrificio bovino y, al denunciarlo, se erigen en redentores. Los dos ven colmada su satisfacción narcisista.

Qué fijación por enseñarnos sus cuerpos. No es de extrañar la implicación de gentes de la farándula y maniquís de moda con el PETA.

La tertuliana de la COPE, Alaska, prestó su desnudez de photoshop para un cartel antitaurino.

Y, por supuesto, Naomi Campbell, que entre agresión y agresión a sus criadas y sin lucir sus diamantes de sangre, denuncia el uso de pieles para vestir.

Quién no ha llorado con la lepenista Bardot por la cacería de crías de foca. Tan blancas, tan indefensas. Otra cosa son las crías de magrebí.

Ingrid Newkirk, presidenta de PETA, protestó a Arafat el uso de un burro en un atentado contra el ejército israelí. Su aportación al conflicto.

Casi todos se declaran vegetarianos. No tienen compasión del reino vegetal. En venganza, la soja se transmutó en tofu, el trigo metamorfoseó en seitán, la alfalfa se brotó. ¿Será que todo  junto más la homeopatía los vuelve idiotas?

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