Bildu no ocultó ayer su satisfacción porque, dada la correlación de fuerzas en el Consistorio sestaoarra -PNV y PSE están empatados con 8 ediles mientras la coalición soberanista dispone de 3 y el PP 2-, ha podido introducir cambios en la gestión. La coalición, por boca de sus concejales Ernesto Ramírez y Amagoia Bereziartua, incidieron en que han sido los artífices del borrador del plan de democracia participativa, que ahora discute un amplio abanico de vecinos, o la introducción de enmiendas en los presupuestos presentados por el equipo del jeltzale Josu Bergara, sin olvidar las iniciativas para reducir los sueldos y dietas de los políticos.

Estimaron que son decisiones que ponen «los pilares para conseguir el cambio político y social en Sestao», y tratan de corregir prácticas del pasado apoyadas por PSE, PNV y PP que condicionan y lo seguirán haciendo al Ayuntamiento. En conjunto, resaltaron, algunas «decisiones erróneas» han empeorado la situación financiera del Consistorio, endosándole entre 8 y 10 millones de euros de gastos «sin sentido». Lo atribuyeron a la apuesta «por los grandes proyectos basados en el ladrillo y el perdón de impuestos a grandes empresas».

Uno de esos ejemplos es la recogida neumática de residuos que, después de gastar entre 2 y 4 millones -no pueden concretarlo pues su implantación estaba asociada a la urbanización de diferentes calles-, en el pleno de junio se acordó paralizar el proyecto por falta de dinero. «Su futuro es incierto, aunque parece -apuntaron desde Bildu- que PSE, PNV y PP siguen apostando por ella».

Otras infraestructuras que han supuesto una gran inversión son las de la ciudad deportiva y el centro cívico, en los que se han gastado 1,8 millones tan solo en la redacción de los proyectos que impulsó en el anterior mandato el PSE con el apoyo de EB. Destacaron que una mayoría ciudadana y política se oponía, «y finalmente se dejaron de lado por falta de dinero».

En 2013, advirtieron, con dinero público se tendrán que adquirir las plazas de parking que no se han vendido en Portopín y Amador Palma, lo que supondrá para las arcas municipales un desembolso de 2 a 3 millones. Tampoco se olvidaron del acuerdo al que se llegó en 2002 con el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, por el que esa entidad se comprometió a financiar el 50% del coste de las obras en los barrios colindantes a la planta de tratamiento de aguas residuales de Galindo a cambio de no abonar los impuestos locales. «Ese dinero se ha acabado ya y la depuradora de Galindo no paga impuestos», subrayaron.