Primero fue Pedro Olea en «El bosque del lobo», luego Paco Plaza con «Romasanta», y ahora le toca el turno al tercer largometraje de Juan Martínez Moreno. Después de probar con la comedia negra en «Dos tipos duros» y con el thriller psicológico en «Un buen hombre», se decide por el terror basado en leyendas o mitos gallegos sobre licantropía.

Sitúa las apariciones de hombres-lobo en una pequeña aldea de la ruta jacobea, fruto de una maldición centenaria que pesa sobre el linaje del protagonista. El actor donostiarra Gorka Otxoa encarna a un escritor del montón que regresa a su localidad natal para ser nombrado hijo adoptivo. Lo que ignora es que quieren matarle para acabar con la maldición de los Mariño. Al cumplirse los cien años de la transformación de uno de sus antepasados han de sacrificarlo a él, para de esa manera acabar con el hombre-lobo que ataca al ganado de los lugareños.