Udate
Woody Allen habla francés en «Los nombres del amor»
Genial comedia de Michel Leclerc, con la que ganó el César al Mejor Guión, junto a su mujer Baya Kasmi, hace dos años. La segunda estatuilla fue para Sara Forestier como Mejor Actriz, por su arrolladora caracterización de una activista que dice ser una «puta política».
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Se ha hecho esperar el estreno de «Le nom des gens», una obra maestra de la comedia europea influenciada por Woody Allen. Ha merecido la pena, porque nunca es tarde para descubrir esta verdadera joya cinematográfica, que seguramente es la mejor película hecha en el Estado francés sobre la influencia de la historia del siglo XX en las actuales generaciones, con todo lo que hay dentro del racismo de la época colonial o del tradicional enfrentamiento político entre izquierdas y derechas.
La original protagonista es una joven revolucionaria, heredera del lema del Mayo del 68 «Haz el amor y no la guerra», que intenta convertir a la ideología progresista a los elementos conservadores con los que se encuentra, a través del sexo. Ella se autodefine como una «puta política», ya que lanza consignas concienciadoras a sus víctimas justo antes del momento del orgasmo, cuando están más receptivos.
A pesar de las contradicciones derivadas de su cultura musulmana, que la llevarán a vestir el burka, terminará recogiendo sus experiencias en un best-seller titulado «Dans le lit des fachos». Su estrategia se viene abajo cuando da con un judío que vota a Jospin, quien hace un cameo en la película. No puede evitar enamorarse del estirado biólogo que investiga la gripe aviar. La caracterización de Sara Forestier es tan arrolladora que se come a su compañero de reparto Jacques Gamblin, obligado a hacer de ser común con un nombre y un apellido de los más repetidos, al contrario de los que lleva ella.
Ahora bien, son los padres de él, interpretados por Jacques Boudet y Michèle Moretti, los que acaparan el mayor interés del relato. Como el protagonista no se imagina a su padre de joven, en los flash-backs aparece con el aspecto del presente. La joven pareja se introduce igualmente en esas vueltas al pasado y viceversa, ya que sus dobles infantiles viajan asimismo hasta hoy. El intercambio temporal ayuda a conocer mejor su evolución.