Después de conocerse el plan de recortes del Gobierno Rajoy, que hoy quedará ratificado en el consejo de ministros, los inversores han vuelto a mostrar su enorme desconfianza con las posibilidades de recuperación de la economía del Estado español. Por tanto, el efecto benefactor de los duros ajustes ha sido espejismo y así quedó corroborado a las primeras de cambio en la sesión de ayer, en la que el Ibex abrió a la baja. De otro lado, se atisban más recortes adicionales en las pensiones y subidas de precios, directas o inducidas, en energía y todo aquello que considere el Ejecutivo del PP para reducir el déficit. El pesimismo en el Estado español se sumaba a la decepción por los datos ambiguos en la macroeconomía de Estados Unidos, la presumible caída en el crecimiento del PIB de China y la debilidad creciente el euro, que se fue hasta los 1,22 dólares, un cambio desconocido en los dos últimos años. El paso atrás del Ibex le llevó hasta los 6.630,10 puntos, tras bajar un 2,58%. El resto de Europa, distante de la debacle económica y financiera del Estado español, fue más comedido en sus caídas. Londres cedió un 0,99%, París, un 0,70%, y Fráncfort, un 0,53%. Por valores del Ibex, los mayores derrumbes fueron para Bankia (-9,33%), Iberdrola (-5,81%) y Acciona (-5,74%). Las bajadas de Repsol (-3,45%), Telefónica (-3,22%), BBVA (-2,53%) y Santander (-1,97%) también eran considerables. Tan sólo Dia, Red Eléctrica y Amadeus acabaron en verde. En París, destacó el salto de Carrefour (+6,97%), tras presentar sus resultados trimestrales. Cap Gemini (-2,85%) encabezó a los perdedores.