Pierre Rolland (Europcar) era el hombre más feliz del planeta después de hacerse con la victoria. El corredor francés afirmó que «hace seis meses que sueño con esta etapa. Me había imaginado todos los escenarios. He dado el fondo de mí mismo, no tenía nada en las piernas».

El de Europcar llevaba con esta etapa en mente exactamente desde la presentación del Tour. Desde entonces, la había preparado específicamente. «Durante meses no he visto a mis amigos. Han sido muchos sacrificios y cuando estaba subiendo La Toussuire pensaba en todos esos entrenamientos, en tanto esfuerzo», admitió el ganador.

Ni la caída sufrida en el último descenso iba a echar al traste la jornada. «Con toda la mala suerte que he tenido no iba a ser una caída como esa la que me iba a parar», recalcó.

Rolland ha pasado por varias etapas emocionales desde que comenzó la ronda gala, y lo explicó de esta manera: «En el prólogo en Lieja me silbaron y eso me hizo plantearme seguir en el Tour. Me hizo daño, soy humano. Por la noche estaba abatido, me dije que si esto es el Tour es mejor irse a casa. Siempre he hecho las cosas correctamente». Y añadió lo siguiente: «En este deporte pasamos de una emoción a otra en tres semanas. Se puede llorar de alegría o de pena, morirte de frío o de calor, pasar de primero a último. Todo cambia muy deprisa. En diez días he pasado de la pena inmensa a la gran alegría que siento hoy (por ayer)».

Por su parte, Bradley Wiggins (Sky) se mostró «aliviado» al finalizar un día más con el maillot amarillo: «Era la etapa más dura y haberla pasado bien me genera un sentimiento de alivio. A medida que veía acercarse la meta, el alivio era mayor».

Sin embargo, el inglés tuvo que aclarar la actuación de su compañero Froome. «Hemos tenido un problema con la radio y no podíamos comunicarnos. Esta mañana habíamos previsto que Froome atacara si yo estaba con los mejores en el tramo final, para intentar quitarle el segundo puesto a Evans», recalcó.

En este sentido, Vincenzo Nibali (Liquigas) opinó que vio a Chris Froome «más fuerte que a Wiggins», a pesar de que «ha hecho todo el trabajo sucio». Asimismo, el corredor italiano agregó que «el líder tiene a su servicio a un gran gregario».

Respecto a su nueva situación en la general, tercero a 2.23 de Bradley Wiggins, el ciclista siciliano se mostró contento y a la vez prudente, ya que sus objetivos son más ambiciosos: «Ahora estoy en el podio y Evans fuera, eso es una buena noticia, pero pensando en objetivos más altos hay que reconocer que el Sky es un equipo muy fuerte y será muy difícil de batir».

Por último, Jurgen Vandenbroeck (Lotto), cuarto clasificado en la etapa de ayer, dijo que «no sé por qué Froome ha esperado a Wiggins. Le han frenado, y creo que eso demuestra que el líder es vulnerable».