«Están utilizando a los islamistas para frustrar la independencia de Azawad»
Portavoz del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad, Mossa Ag Attaher denuncia que los grupúsculos islamistas que han irrumpido con fuerza tras la ofensiva contra el Ejército de Mali cuentan con el aliento, e incluso el apoyo militar y logístico, de países vecinos y de potencias internacionales. Todo ello con el objetivo de impedir la independencia del pueblo tuareg.
¿Qué está pasando en Azawad, y concretamente en las ciudades de Tombuctú, Gao y Kigal?
Los islamistas están recibiendo refuerzos militares de prácticamente todas las regiones vecinas, tanto de África del Norte como del África Subsahariana, pero sobre todo de Argelia, concretamente de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y del grupo nigeriano talibán Boko Haram.
¿Cómo es posible que los islamistas muestren semejante fortaleza y que el MNLA tanta debilidad?
El MNLA invirtió todos sus medios y sus esfuerzos en la guerra contra Mali, una ofensiva para la que se preparaba desde hacía mucho tiempo. Los islamistas reciben dinero, armas y municiones de potencias tanto regionales como internacionales, particularmente de los países arabo-islámicos y de las monarquías del Golfo de Arabia, que exportan el terrorismo islamista y lo introducen en los pueblos bereberes para exterminarlos culturalmente.
¿Es cierto, por tanto, que tienen tanto el dinero como la logística, con todas las fronteras abiertas de par en par, de Argelia?
Totalmente cierto.
¿Quién es Iyad Ag Ghaly, el líder del grupo islamista Ansar Dine?
Un antiguo rebelde tuareg en los noventa, convertido al salafismo tras su estancia en Arabia Saudí. Hoy en día es aliado del AQMI y de MUJAO (Movimiento por la Unicidad y la Yihad en África Occidental, todos ellos enemigos de los tuaregs.
Usted rechazó un principio de alianza con Ansar Dine firmado por algunos de sus dirigentes en el interior. ¿Es la suya la posición mayoritaria en el seno del movimiento tuareg?
Por supuesto. El acuerdo al que hace referencia se tomó a espaldas de la dirección del MNLA. La decisión se tomó con nuestro desconocimiento por infiltrados en el movimiento y por inconscientes que fueron manipulados a quienes lograron hacer creer que era la única manera de salvar la independencia de Azawad. Les convencieron asegurándoses que el MNLA nunca lograría el apoyo de Occidente. Se sirvieron para ello en el hecho cierto de que Occidente nunca ha hecho nada por los refugiados tuareg y sigue sin hacer nada para reconocer los derechos del pueblo tuareg. Les fue fácil convencerles.
¿Existe el riesgo de una escisión en el seno del movimiento independentista?
Ciertamente lo temimos en un primer momento y no es aún del todo descartable. Pero ahora nos vamos a desembarazar de los infiltrados y vamos a poner las cosas en orden. A estas alturas no vamos a abandonar al MNLA a su suerte. Y menos en las actuales circunstancias.Dabid LAZKANOITURBURU