ZERUA eta INFERNUA
«En Oropesa, parecía el vigilante de la playa cuidando a las niñas»
Seleccionador de escalada de Euskal herria
Propulsor del movimiento de escalada en Euskal Herria, uno de los entrenadores de Patxi Usobiaga y diseñador de la lónea de ropa de escalada de Ternua, Punk that rock, a Josean Mulas (Bergara, 1973) todavía le queda tiempo para formar a futuras promesas de la roca y el boulder.
Nagore BELASTEGI | DONOSTIA
Últimamente, Josean Mulas está luchando por conseguir, a pesar de los obstáculos, que el nuevo rocódromo de Aretxabaleta -se inaugurará en setiembre- se convierta en punto de encuentro y entrenamiento de todos los escaladores de Debagoiena y alrededores. Siempre pensando en la escalada, a veces también tiene tiempo libre.
¿Cuál es su destino ideal para unas vacaciones?
Un lugar donde haya paredes para escalar y tranquilidad, como por ejemplo, Kalymnos, que es una isla griega donde solo hay paredes para escalar y puedes encontrar escaladores de toda las partes. Su medio de transporte son las scooter, que más o menos pueden recorrer la isla en dos horas disfrutando del clima mediterráneo.
¿Cómo se puede llegar a Kalymnos?
Lo más fácil es volar a Atenas y allí coger un avión o un ferry a Koss. Después hay que viajar en barco hasta la isla de Kalymnos. Hay mucha oferta de apartamentos o estudios para alojarse, y también muchos restaurantes con buenos precios. Para nosotros, los escaladores, el centro neurálgico es Masouri. Es ahí donde nos movemos todos.
¿Qué otro lugar te ha dejado buen sabor de boca?
Hice un tour de escalada por Estados Unidos con tres amigos y me marcó mucho, porque conocimos a gente que no tenía nada que ver con el estereotipo norteamericano. Hicimos unos 10.000 kilómetros en furgoneta, visitamos estados como Nevada, Colorado, Wyoming y California. Llevamos una pequeña tienda de campaña que no la llegamos usar. Vivíamos entre la carretera y la paredes, visitamos parques naturales como Yellowstone, Zion, Arches... Vivimos una aventura americana que jamas olvidaremos. Cuando nos reunimos los que fuimos recordamos esos buenos momentos.
Seguro que también ha tenido algunas vacaciones odiosas...
Recuerdo unas en Oropesa las cuales fueron más bien estresantes debido a que no había ni un solo espacio en la arena para colocar la toalla, y parecía el vigilante de la playa, cuidando de las niñas. Ahora mismo, me voy a un pueblito de Soria donde se respira tranquilidad y frescura. Allí hago mis escapadas a escalar y mis paseos por el monte.
¡Siempre colgado de la roca! ¿qué dice tu familia?
Pues mi compañera es escaladora y gracias a ella estos pequeños líos son más llevaderos. Mi hija Miriam ha estado en un campus de escalada organizado por la federación vasca en Rodellar. En la federación tenemos un centro de tecnificación donde Miriam entrena conmigo; es muy metódica. Este año ha tenido muy buenos resultados en competición y escalando.
¿En qué lugar del mundo te gustaría abrir una vía de escalada?
Me gustaría abrir vías en Todra (Marruecos), porque hay roca muy buena, la pena es que me hacen falta varios meses de vacaciones. En este sistema que vivimos, te subes en un tren que es muy difícil bajar. Quiero decir, te compras un piso de joven y estás atado para toda la vida y eso es muy difícil romperlo.