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Los islamistas tunecinos de Ennahda celebran su congreso bajo la promesa del consenso

En su primer congreso fuera de la clandestinidad y en el Gobierno de Túnez, los islamistas de Ennahda definen su estrategia política y social, y centran sus mensajes en torno al consenso y a ofrecer una imagen de moderación que despeje los temores un islamismo extremo.

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GARA | LE KRAM

Ennahda, el partido islamista que domina la coalición en el poder en Túnez, debate desde el viernes, en el primer congreso en el país desde 1988, su futura estrategia y sus futuras alianzas.

Los casi mil delegados que participan deben fijar la estrategia electoral del partido, así como su posicionamiento político y social. Los borradores tratan de conciliar a los más moderados con un sector más radical, pero también buscan el consenso con otras fuerzas.

Así, el ministro de Salud tunecino, Abdelatif Mekki, que preside el congreso, quiere hacer de Ennahda «un frente centrista que intente reunir a todas las fuerzas moderadas. Debe ser un movimiento moderado y hará todos los esfuerzos para lograr un consenso, que es lo que necesita el futuro de Túnez», afirmó, señalando que se abordará la cuestión de ampliar la actual coalición, formada por Ennahda y otros dos partidos, a otras formaciones. Otro responsable del partido, Habib Elluzi, declaró que solo una minoría es hostil a cualquier alianza.

Las mociones se aprobarán mañana y probablemente el líder histórico Rached Ghanuchi continuará en su puesto. Ghanuchi también insistió en el carácter moderado del partido y en la necesidad de un consenso nacional.

Deriva islamista

El reiterado hincapié en estos dos aspectos intenta alejar los temores de que Ennahda, que domina la alianza gubernamental, derive hacia una hegemonía islamista, sobre todo después de la extradición a Libia del ex primer ministro Baghdadi al-Mahmudi .

«Quiero tranquilizar a la población, el país está en buenas manos», añadió Ghanuchi. En el mismo sentido, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Mustafá Ben Jafaar, declaró que «hay que combatir la dictadura, aunque esté bajo el nombre de la religión o de la modernidad».

Ennahda ha renunciado a introducir la sharia en la Constitución que se está redactando, y cuyo contenido está siendo motivo de fuertes discrepancias.

El partido también ha recibido críticas por su falta de firmeza ante los grupos salafistas responsables de tiroteos en los últimos meses.

Constituido en 1981, inspirado en los Hermanos Musulmanes de Egipto, primero tolerado y luego reprimido bajo el régimen del depuesto Ben Ali, Ennahda surgió tras la revuelta de 2011 como primera fuerza política del país. En el plano económico se enfrenta a una tasa de paro del 19% que quiere rebajar al 8,5% en 2016.

el presidente

El presidente tunecino, Moncer Marzuki, aseguró que su país no está amenazado por un islamismo extremista, subrayando que Ennahda comparte el Gobierno con otros dos partidos. Marzuki añadió que los salafistas suponen «una molestia» que no pone en peligro la república.

hamas

Entre los invitados al Congreso de Ennahda se encuentra Khaled Mechaal, líder de Hamas, que fue calurosamente acogido con el lema «el pueblo quiere la libertad de Palestina». Los militantes también reclamaron la salida del poder del presidente sirio, Bashar al-Assad.

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