La Liga Árabe insta a Al-Assad a exiliarse a cambio de inmunidad
Coincidiendo con los cada vez más insistentes mensajes cifrados desde Moscú sobre la inevitabilidad de la salida del poder de Bashar al-Assad, las satrapías del Golfo impulsaron una resolución de la Liga Árabe en la que prometen al presidente sirio inmunidad si acepta el exilio. El régimen ha rechazado tajante la «invitación» y prosigue con sus ofensivas para recuperar el control total de Damasco, Alepo y de los puestos fronterizos en manos de los rebeldes.
GARA | DOHA/DAMASCO
Horas después de que el embajador ruso en el Estado francés «pensara en voz alta» reconociendo que la salida del poder del presidente sirio es solo cuestión de tiempo, los regímenes árabes del Golfo Pérsico impulsaban una resolución en el seno de la Liga Árabe en la que instan a Bashar al-Assad a renunciar al poder a cambio de la impunidad para él y su familia.
El anfitrión de la reunión de los ministros de Exteriores árabes, el primer ministro de Qatar, jeque Hamad Ben Jassam al-Thani, apeló asimismo a que la oposición reunida en torno al Consejo Nacional Sirio (CNS) y su milicia armada, el ELS, pongan en marcha un gobierno de unidad nacional. Un ejecutivo que «debería reunir a las fuerzas de oposición tanto en Siria como en el extranjero como a la autoridad nacional de facto (sic)». El comunicado de la Liga Árabe no precisa que entiende por autoridad «de facto».
El acuerdo, del que se desvinculó Irak y sobre el que Argelia mostró abiertamente sus reservas, insta a la ONU a modificar el mandato de su mediador, Kofi Annan, para que su misión tenga como eje la salida del poder de Al-Assad y una transición «pacífica» del poder.
El jeque qatarí apeló al «coraje» del presidente sirio. «Puede detener las destrucciones y las muertes con una decisión valiente», señaló, para anunciar que visitará estos días Moscú y Pekín, secundado por el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi.
Precisamente, y en una entrevista concedida al diario «Le Parisien», el embajador ruso en el Estado francés, Alexandre Orlov reconocía «difícil de imaginar» que Al-Assad pueda mantenerse en el poder. «Es cierto que es difícil de imaginar que se quede. Se irá y creo que él lo sabe, pero habría que organizarlo de forma civilizada, como se hizo en Yemen», ponía como ejemplo en la edición del diario del domingo. Eso sí, y aunque no es la primera vez que evoca la posibilidad de una salida negociada de Al-Assad, Orlov insistió en la posición oficial rusa de que la suerte de al-Assad debe ser decidida por los sirios, sin injerencias. «Compete al pueblo sirio decidir su futuro», insistió.
Advertencia de Putin
En la misma línea, el presidente ruso, Vladimir Putin, alertó del estallido de una guerra civil de larga duración si Al-Assad es destituido de manera inconstitucional. «Nosotros tememos que si la dirección actual del país es sacada del poder de una forma inconstitucional, la oposición y la dirección actual podrían simplemente intercambiar los papeles», señaló el inquilino del Kremlin en declaraciones recogidas por la agencia Interfax. «Unos tomarían el poder y los otros pasarían a la oposición», señaló Putin tras recibir al primer ministro italiano, Mario Monti.
Rechazo tajante de Damasco
El régimen sirio rechazó la propuesta liderada por Qatar y el portavoz del opositor CNS, George Sabra, vaticinó que, pese a que el régimen «vacila, no se rendirá fácilmente».
En Damasco, la oposición reconoció que el régimen controlaba las grandes arterias de los barrios aunque informó de combates en Mazzé, al oeste de la capital, y denunció la ejecución de 23 personas el domingo.
En Aleppo, la capital económica del país, los barrios de Sagur y Hanano City eran escenario de enfrentamientos.
El régimen desplegó carros de combate entre las ciudades de Homs (centro) y Hama y anunció que retomará el control de los puestos fronterizos en manos de los rebeldes.
El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, propuso organizar a corto plazo unas elecciones presidenciales en Siria que servirían de prolegómeno a unos comicios parlamentarios
El régimen sirio reconoció ayer por primera vez que posee armas químicas y no convencionales pero para asegurar que «no serán utilizadas más que en caso de una agresión extranjera».
Tras asegurar que «están almacenadas y vigiladas bajo la supervisión de las Fuerzas Armadas», el ministro de Exteriores, Jihad Makdessi, insistió en que «nunca, y digo nunca, serán utilizadas contra nuestros ciudadanos, sea cual sea la evolución de la crisis».
Damasco acusa a las potencias occidentales de desinformar para justificar a posteriori «una intervención militar con la manida excusa de las armas de destrucción masiva». Washington amenazó la víspera con que «el régimen de al-Assad tendrá que rendir cuentas si no asegura su control».
Y es que Israel ha aireado su inquietud y ha advertido de que no «aceptará» que parte de ese arsenal pasara a mano de la resistencia libanesa de Hizbullah.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, criminalizó a Hizbullah señalando que «sería como si Al Qaeda dispusiera de armas químicas».
Los expertos han puesto en duda la verosimilitud de tal eventualidad insistiendo en que es pronto para dar por muerto al régimen sirio y recordando que, en todo caso, la resistencia libanesa no dispone de fuerza aérea para lanzar esas hipotéticas bombas químicas. Quizás por ello el ministro de Defensa, Ehud Barak, se refirió a un posible trasvase de «armas sofisticadas».
Israel se ha quejado ante la ONU de que tropas sirias habrían entrado a la zona de separación en los Altos del Golán, ocupados precisamente por Israel. GARA