El club presidido por Jokin Aperribay cerró por fin uno de los rompecabezas que tiene por delante este verano con el traspaso oficial de Vadim Demidov al Eintracht de Frankfurt alemán.

El defensa noruego, que también puede jugar como pivote, ha firmado hasta el 30 de junio de 2015, como señalaba la página web del conjunto germano, recién ascendido a la Bundesliga. Según varias fuentes, la Real recibirá más de medio millón de euros por el jugador internacional, por lo que desde el club se ha visto con muy buenos ojos su traspaso después de que recalara sin coste alguno en Donostia en enero de 2011 procedente del Rosenborg noruego.

De hecho, el conjunto guipuzcoano puso muchas esperanzas en el futbolista a la hora de su contratación debido a los buenos informes del Rosenborg y la selección noruega. Y ya en la primera media temporada jugó 13 partidos de Liga en Primera.

Sin embargo, la eclosión de nuevos talentos en el puesto defensivo -como Iñigo Martínez-, las buenas actuaciones de Mikel González y Jon Ansotegi, e incluso algunos jugadores polivalentes que pueden actuar en esa demarcación restaron importancia al noruego en la 2011-12.

SIn confianza del club

Además, en esa última campaña el jugador sufrió varias lesiones musculares y, mientras el club ofrecía las renovaciones a futbolistas de la casa -algunos de ellos finalizaban contrato-, Demidov y su representante no recibían notificación alguna por parte de Aperribay -así lo dejó entrever el propio jugador en más de una rueda de prensa-.

De esta manera, tras varios días de negociaciones en los que faltaba acordar algunos flecos del contrato, Demidov abandona la Real Sociedad después de haber disputado un total de 40 encuentros con la camiseta txuriurdin, cuatro de ellos en Copa, y no haber anotado ningún gol.

En un escueto comunicado en la página web blanquiazul, el club realista agradeció al jugador «su compromiso y profesionalidad durante su permanencia en el equipo», al tiempo que le deseó «suerte para su futuro personal y profesional».

Así las cosas, el próximo en buscar destino podría ser Jeffrey Sarpong, que ya estuvo cedido la pasada temporada en el NAC de Breda. Con la más que posible marcha del holandés, Montanier contará con una plantilla de 22 jugadores tras las incorporaciones de «Chory» Castro y el mexicano Carlos Vela.

Además, es poco probable que Llorente e Ifrán, que al comienzo de la pretemporada parecían tener poca confianza para el míster normando, vayan a salir del equipo donostiarra.

Hernández, con los pies en el suelo

Para llegar algún día a Primera División está trabajando Iker Hernández, jugador del Sanse que está haciendo la pretemporada con el primer equipo por segundo año consecutivo.

El delantero tiene muy claro que «soy jugador del Sanse». De hecho, tiene los pies en el suelo. «Sé que es bonito venir. Me siento orgulloso y contento por ello, pero sé que mañana puede venir otro y yo dejar de venir porque cualquiera del Sanse está preparado para venir aquí», recalcó el joven urnietarra.

Sin embargo, admitió estar a gusto: «Estoy muy contento, porque es una oportunidad hacer la pretemporada con este equipo que tiene tanta calidad. Y siempre para aprender mucho, como futbolista y como persona. En general te fijas en todos los jugadores, en todos los movimientos que hacen, en todos los controles... Todos son muy buenos, si están aquí...».

Por su parte, Alberto de la Bella se refirió a la temporada que se avecina. El catalán recalcó que «estamos preparados, tenemos nuestras armas. Si cada año son mejores esas armas y todo el mundo está al cien por cien, vamos a ser un equipo que dé muchos problemas seguro».

Respecto al objetivo de este año, el lateral izquierdo fue exigente. «Después de dos años que pueden ser de transición, este año tenemos que conseguir esa regularidad fuera de casa que nos faltó el año pasado. Por la mínima perdimos partidos, perdimos puntos, y no estuvo tan grande la diferencia de los puestos europeos a donde acabamos nosotros», destacó.