El enoturismo es una especie de turismo en el que las experiencias juegan un papel importante. Las vivencias sensitivas, los olores y sabores, pueden ser capaces de transportarnos a momentos pasados de nuestra vida. Si ese viaje de retorno es con vino, y encima ese vino es un buen Rioja, el éxito está asegurado.

Es a lo que se dedica Thabuca. Esta empresa, ubicada estratégicamente en Bastida , donde también gestionan la oficina de turismo, se encarga de organizar rutas, servicios y actividades gastronómicas. Por si eso fuera poco -queda claro que no lo es-, la Rioja alavesa es un sitio que no solo brilla por los destellos de su mundialmente reconocido vino. Su cultura e historia impregnan cada rincón. Casonas y palacios medievales, testigos e indicadores al mismo tiempo de la importancia de la zona, bodegas que combinan la innovación con el buen hacer de antaño, la nueva arquitectura insertada a la perfección entre los viñedos... Por otra parte, si por algo destaca Thabuca, es por su adaptabilidad. Su variada oferta es sensible al número de personas, gustos y edades. Así, podremos elegir entre un amplio abanico de rutas como la del vino, la gourmet, la que une la cultura y el vino, rutas en bici, en moto, diseñadas a medida, etc. Sin olvidar los cursos de cata o la novedosa vinoterapia.

Entre otras novedades, cabe destacar las visitas teatralizadas por Bastida por el precio de tres euros o el retorno del ya famoso «enobús», que vuelve a ofrecer sus servicios todos los sábados -la opción más recomendable si se quiere disfrutar del vino y evitar tener que coger el coche- .

Museo temático del vino

La nota divertida lo pone el pisado de uvas. Se hace junto a antiguos lagares rupestres. Es decir, antiguos lagares excavados en roca, donde se pisaba la uva en la Edad Media. El visitante debera hacerlo de la manera tradicional: descalzo.

En Guardia, otro de los pueblos más importantes del entorno, se halla el Centro Temático del Vino Villa Lucia. Este gran caserón de piedra y adobe que recrea la arquitectura popular de la Rioja Alavesa, alberga un pequeño museo didáctico o centro de interpretación; una sala de catas; una enotienda con 200 referencias; un comedor con cocina propia, y diversas salas multifuncionales, destinadas a la celebración de reuniones y eventos.

El punto y final a la visita lo ponen un juego de identificación de aromas y la desgustación de varios vinos. El visitante podrá disfrutar además del aplaudido largometraje en 4D «En tierra de sueños», donde se adentra en la cultura de la zona mediante el elfo llamado «Vinfo».

En definitiva, una de esas escapadas que nos dejara un buen sabor de boca, literalmente, y en la que será dificil no dejarse enbriagar por el olor a barrica.