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LONDON 2012

Azkarrago, gorago, indartsuago

Euskal Herria volverá a acudir con una representación muy importante al principal evento deportivo, los Juegos Olímpicos. Tampoco en esta ocasión los 31 deportistas vascos podrán desfilar tras su propia bandera, pero su esfuerzo, su dedicación, su talento y sus resultados nos permitirán volver a sentirnos orgullosos una vez más, de ellos y también de todas las personas que en la sombra, desde clubes y federaciones, hacen posible que el deporte vasco mantenga unos niveles de competitividad y calidad inusuales para un pueblo tan pequeño. La mayor parte del trabajo ya está hecho, y ahora llega el momento de competir. Suerte a todos ellos.

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Arnaitz GORRITI

Citius, altius, fortius»: Más rápido, más alto, más fuerte. He ahí el lema «patentado» por el dominico fray Henri Didon, amigo del barón Pierre de Coubertain, máxima que citó el mencionado noble en la inauguración de Atenas 1896, los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, una proclama de superación personal constante como piedra angular de la competición con el rival. O, para reflejar la posición de los detractores olímpicos, el «deporte social» inventado por los «benefactores» de la Revolución Industrial, para hacer «menos infelices a los esclavos industriales» y, al mismo tiempo, «organizar competiciones deportivas entre estados para demostrar que la paz es la prolongación de la guerra y requiere una insistencia en el entrenamiento para el futuro éxito bélico» (léase la novela satírica «Sabotaje Olímpico», de Manuel Vázquez Montalbán, o los escritos -en inglés- del exjugador de basket, internacional olímpico en 1972 con Yugoslavia, Ljubodrag «Duci» Simonoviç, cuya historia -Las dos vidas de «Duci» Simonovic- se ve brevemente relatada en la web www.baloncestoyugoslavo.com por Juanan Hinojo)-.

Con una intencionalidad u otra, a día de hoy los Juegos Olímpicos no son sino 15 días de desenfreno competitivo en los cuales el universo deportivo al completo vuelca el trabajo que, en muchos años, dura toda la olimpíada; esto es, el período de cuatro años entre dos ediciones de los Juegos. Y, obviamente, los deportistas vascos no son ajenos a este frenesí que arrancará a partir de mañana miércoles -cuando comenzará el fútbol femenino, y al día siguiente el masculino-, y que se desarrollará sin descanso hasta el 12 de agosto. En total, 31 deportistas vascos -por 24, todos bajo la enseña española en Beijing 2008-, con la inclusión a última hora del ciclista Jonathan Castroviejo, 30 de ellos inscritos con la selección española y una con la del Estado francés, encuadrados en 12 disciplinas.

Desde 1992, los Juegos Olímpicos han dejado algún medallista vasco, bien en deportes de conjunto, bien en individuales. En total, 42 participantes nacidos en Euskal Herria han obtenido algún metal preciado para un total de 6 oros, 7 platas y 6 medallas de bronce. En Beijing 2008, el «balance de superación» fue de una medalla de plata -la de los regatistas Iker Martínez y Xabi Fernández- y sendas medallas de bronce de la ciclista Leire Olaberria y los balonmanistas Jon Belaustegi e Iker Romero. Los tres primeros -Martínez, Fernández y Olaberria- tendrán una nueva oportunidad de conseguir un metal en Londres 2012, mientras que otros candidatos postularán a subir al cajón, de superarse y superar a los demás, de convertirse de alguna manera en «el mejor guerrero en tiempo de paz», de cumplir con el lema «azkarrago, altuago, indartsuago».

Si el fútbol es el deporte rey de nuestros días por definición, en los Juegos Olímpicos ese papel lo representa el atletismo, junto con la natación. La casualidad dice que los dos representantes vascos en las pruebas reinas de Londres 2012 ni pisarán el tartán -bueno, sí, pero solo al final-, ni comprobarán la piscina diseñada para el evento. Tanto Mikel Odriozola como Ophélie Aspord forman parte de la «realeza olímpica» desde fuera, al participar ambos en pruebas de fondo extremo como los 50 kms. marcha -Odriozola- y los 10 kms. en mar abierto -Aspord-. Paradójicamente, su actuación no servirá para abrir, sino para cerrar el evento olímpico. A la nadadora de Baiona le tocará competir el 9 de agosto, mientras que el de Errenteria echará a caminar el penúltimo día de los Juegos Olímpicos, el sábado 11.

Muchas cosas en común en ambos, pero no todas. Mikel Odriozola participa en sus terceros Juegos. Ausente de Atenas 2004 por «motivos federativos», el guipuzcoano regresa a «la madre de las citas deportivas» con la esperanza de que, a sus 39 años, pueda poner un buen broche a su trayectoria. Tras superar una infección, Odriozola afirma que «estar en tres Juegos Olímpicos son palabras mayores, pero llego en mi mejor momento y los tests ratifican esas buenas sensaciones», y parte con la aspiración de superar su 13ª plaza de Beijing 2008. «Estando en mi marca son tiempos con los que se consiguen medallas», apunta, a la vez que afirma que «en Londres confirmo una trayectoria que puede estar en sus últimos coletazos. Por eso voy más centrado», reconoce.

Mientras, Ophélie Aspord debuta en unos Juegos Olímpicos. A sus 21 años, la nadadora del Aviron de Baiona se ganó su clasificación para Londres 2012 en la competición disputada hace mes y medio en Setúbal (Portugal). Aspord logró la séptima plaza en una prueba en la que había billete olímpico para las nueve primeras, y estará entre las 25 finalistas que nadarán en el Hyde Park londinense, en la segunda edición olímpica de la prueba de 10 kilómetros femenina, siendo además la más joven de las participantes. «Para una deportista, los Juegos Olímpicos son lo máximo. Llevo nadando desde que tenía tres años y se me da mejor la resistencia que la velocidad», afirmaba entusiasmada tras su actuación de Setúbal. En principio, la cita inglesa le llega algo joven para aspirar a pisar el podio, algo que ella asume con naturalidad. «No diré que no a la opción de conseguir una medalla, pero me conformo si consigo clasificarme entre las diez primeras».

El último será el primero

El día 27 se celebrará la ceremonia de apertura de los XXX Juegos Olímpicos de la Era Moderna, pero no todos los deportistas estarán ahí. Para empezar, el último vasco incorporado a la expedición: Jonathan Castroviejo suplirá la ausencia de Samuel Sánchez -no podrá defender su oro de Beijing 2008- en la carrera en línea, prueba que se iniciará a las 10.00 hora londinense -11.00 en Euskal Herria-. El ciclista vizcaino declaraba que «es una pena por «Samu», y resulta muy difícil sustituir a un campeón olímpico, por lo que conlleva una gran responsabilidad, pero espero hacerlo lo mejor posible». Castroviejo tendrá la responsabilidad de ejercer como hombre de equipo en la prueba en línea, mientras que, con un poco de suerte, podría lucirse un poco más en la contrarreloj individual del 1 de agosto. El corredor getxoztarra se tendrá que incorporar a la expedición olímpica sin apenas tiempo para poder mentalizarse, así que deberá confiar en su talento para que su paso por Londres 2012 sea el mejor posible.

Castroviejo no será el único ausente de la ceremonia de apertura. El día 28, la judoka Oiana Blanco y el tirador Pablo Carrera se jugarán sus opciones casi desde que despunte el alba. En la categoría de menos de 48 kilos, la oriotarra Oiana Blanco debutará en unos Juegos Olímpicos y querrá plasmar sobre el tatami sus ganas de comerse el mundo. «Poder estar en unos Juegos Olímpicos es algo que he perseguido toda la vida. Por eso mismo, sé que es una competición que genera mucha inquietud, pero trataré de que no me afecte cuando me toque subir al tatami», confiesa. Con una plata en el Mundial de Rotterdam en 2009, y un bronce en el Europeo de 2010 en Viena, la guipuzcoana lograba el boleto para Londres el pasado febrero -tras lograr el oro en la Copa del Mundo en Varsovia- y, con una reciente estancia en Japón en el lote, ha preparado «con mimo» la cita olímpica, explicando que «llegó a los Juegos en en momento perfecto» y se plantea «el oro olímpico» como gran objetivo, a pesar de reconocer el potencial de las japonesas.

El tirador bilbaino Pablo Carrera será el otro deportista vasco en jugársela en la jornada inaugural. Debutante, participará en la modalidad de pistola de aire de 10 metros -el día 28- y en pistola de munición tradicional de 50 metros -el 5 de agosto-, pruebas para las que se clasificó ya en mayo de 2011, desde la Copa del Mundo de Fort Benning (EE.UU.) y llega con un Campeonato de Europa en el zurrón, obtenido en Vierumaki (Finlandia) el pasado mes de febrero, en la modalidad de 10 metros. Su carrera sube como la espuma, pero ya en febrero advertía que «hay un grupo de diez a veinte que en cualquier momento se pueden colocar entre los ocho primeros y, lógicamente, en los Juegos serán más. Mi objetivo es meterme entre los ocho primeros y ahí ya podríamos luchar por las medallas».

El tiro y el judo serán las especialidades que antes ofrezcan resultados para el deporte vasco. Un día después de la actuación de Oiana Blanco, Sugoi Uriarte participará en el tatami en la modalidad de menos de 66 kilos. El gasteiztarra, campeón de Europa en 2010 en Viena y plata en el Mundial de 2009 en Rotterdam, ha alcanzado la clasificación entre los 22 mejores merced a una tremenda regularidad, logrando ya para febrero el ansiado pase para debutar en unos Juegos Olímpicos. Y ojo, que el debut en un torneo no suele traer nada malo para el judoka alavés. De hecho, todo lo contrario, según sus propias palabras. «Fui podio en todos mis debuts, ¡los Juegos no deben ser la excepción!», indica esperanzado.

Y si el gasteiztarra residente en Valencia se muestra optimista, el vizcaino Kiyoshi Uematsu también. El judoka de Portugalete disputa sus terceros Juegos Olímpicos, después de participar en Sidney 2000 y Atenas 2004, en la categoría de menos de 73 kilos, y ya quiere subir al cajón, como lograra en el Europeo de 2008 -plata- o el Mundial de 2005 -bronce-. De hecho, sus anteriores participaciones olímpicas se le han atravesado por completo, sin poder luchar por el podio y quedándose sin el consuelo del diploma olímpico. No obstante, Uematsu no ceja en su empeño y, a sus 34 años, se muestra tenaz como pocos. «Apuesto por mí, porque sé el trabajo que he hecho y el que voy a hacer hasta que empiecen los combates. Por otro lado, aunque muchos de mis compañeros sean novatos en unos Juegos Olímpicos, todos están acostumbrados a los torneos internacionales de altísimo nivel, y me sorprendería que no tocáramos ninguna medalla».

El vizcaino, no obstante, sabe que el 31 de julio no tendrá ningún rival fácil. «En los Juegos solo participan los 30 mejores del mundo, así que en primera ronda ya te va a tocar un auténtico hueso. Da igual. Hay que salir y ganar a todos. Es lo único que puedes tener en la cabeza», avisa.

También el 31 de julio y con esperanzas de alcanzar el podio, llegará la hora para el tirador guipuzcoano Juanjo Aranburu. Octavo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, el título mundial obtenido en «skeet» el pasado septiembre convirtió a este irundarra de casi 31 años en un referente a todos los niveles. «Mis rivales me ven como el favorito», declaraba hace muy escasas fechas. «Yo siempre voy a por el oro, y creo que quien no va a ganar no es un buen competidor. Además, hay tanta igualdad que si te distraes con una mosca ya olvídate. Por eso creo que el estado de ánimo influirá más que cualquier otra cosa el día de la competición». En este sentido, la presión de saberse entre los favoritos parece no afectarle, y sí la satisfacción de saber que el trabajo está bien hecho. «El trabajo de preparación de cuatro años ya está hecho. Ahora es cuestión de llevarlo a cabo lo mejor posible».

Esperanzas en el agua

Tanto la vela como el piragüismo encienden también las aspiraciones de metal entre los deportistas vascos. En primer lugar, cabe recordar que, en lo que a la vela se refiere, Iker Martínez y Xabier Fernández constituyen todo un seguro, o casi. La pareja guipuzcoana se alzó con el oro en Atenas 2004, y una «triquiñuela legal» de la pareja danesa -al emplear la embarcación de Croacia-, les privó de revalidar el título olímpico en Beijing 2008. Entre el 30 de julio y el 8 de agosto, deberán mostrar una vez más su pericia como hombres de mar, habilidad sobradamente demostrada en los últimos meses en la exigente regata «Volvo Ocean Race», hasta que una avería en los timones les relegó a la cuarta posición final.

Con muchas escamas a sus espaldas, esta veterana pareja sabe que «hay que ir poco a poco, con tranquilidad y paciencia, y sin cometer errores. Dependiendo de cómo sea la jornada de competición, habrá que ir improvisando día a día». Con todo, su vasto palmarés no implica ni la más mínima merma en sus ambiciones. «El objetivo principal es luchar por una medalla. Luego, de qué color sea, pues cuanto más arriba, mejor. Una medalla olímpica es un premio grande al trabajo y al esfuerzo de muchos años. Es muy emocionante y se siente uno muy bien», declaraban hace escasas fechas.

Si en mar abierto el olimpismo vasco opta a seguir sumando metales, en aguas más rápidas las intenciones son exactamente las mismas. Hace cuatro años, en su debut olímpico, el leve roce de una puerta privó a Ander Elosegi de un metal que, por tiempos, podría haber sido de bronce -e incluso de plata- en la categoría C1 -slalom en canoa-. Los resultados obtenidos con posterioridad -plata en la Copa del Mundo de La Seu d'Urgell en 2010, y otra plata en la Copa del Mundo de l'Argentinière-, hacen que este piragüista de 24 años tenga razonables opciones de estar bien arriba en la clasificación final. El día 29 deberá tomar parte en la clasificatoria para, si logra acceder a la final, luchar por superar su cuarto puesto de Beijing y, por ende, subir al cajón.

Tranquilo y sosegado, Elosegi destila confianza en sus posibilidades, aparte de la lógica ambición. «Voy a Londres con un objetivo más claro. Hace cuatro años iba con mucha ilusión, pero a verlas venir, a ver si pasaba ronda. Pero esta vez tengo el objetivo de mejorar lo que hice en China, o lo que es lo mismo, lograr una medalla». El francés Tony Estanguet es, al parecer, el rival a batir, pero este piragüista de Irun no considera que ganar el oro sea ninguna quimera. Con todo, en las finales de Copa del Mundo de este año no ha estado «atinado», según sus propias palabras, aunque eso no le haya desmotivado de ninguna manera. «Hasta ahora me faltaba el punto que te da la competición y, aunque he estado lejos de las medallas en las finales, estoy muy bien y muy motivado, y tengo mucha confianza en mí mismo. Al final, esta es la temporada más importante de los últimos cuatro años», sentenciaba ilusionado.

Quien sí ha logrado colgarse una medalla, y además de oro, es Maialen Chourraut. En la modalidad de kayak monoplaza -K1- en slalom olímpico, la piragüista de Lasarte-Oria se imponía en la prueba de la Copa del Mundo de Cardiff y en Pau, hace escasamente mes y medio. Desde luego, este dato alienta más esperanzas que su puesto 16º en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, aunque seguro que a Chourraut la experiencia china le vendrá bien en la cita inglesa. «La experiencia de Beijing salió mal, pero ahora tengo cuatro años más de experiencia y muchísima ilusión. Voy con la lección aprendida». Respecto a su oro en la Copa del Mundo, declaraba que «el resultado de Cardiff me sirve para seguir por este camino, aunque en esas últimas semanas no me sentía muy bien, sino más bien pesada y lenta, probablemente fruto del duro entrenamiento. Pero, tras ganar en Pau, ante todo siento incredulidad». Con todo, de cara a la cita olímpica, se muestra ilusionada tras probarse en repetidas ocasiones en el canal olímpico londinense en el que se llevarán a cabo las pruebas de piragüismo en aguas revueltas. «Es un canal lleno de «rulos», con bastante dificultad, y hay que navegar con muchísimo cuidado, pero debo reconocer que no se me da mal y me gusta mucho». Tal vez por ello confesaba que la embargaba «la ilusión cada vez que nos vamos a entrenar ahí. Es la temporada olímpica, así que si hasta ahora había que darlo todo, ahora hay que dar incluso más, aunque siempre con cabeza, porque se puede decir que a los deportistas nos enloquecen un poco los Juegos Olímpicos». Al igual que Elosegi, disputará la eliminatoria el 29 de julio y, en caso de pasar a la final, volvería al canal el día 31. Por lo pronto, la guipuzcoana no se esconde de su condición de candidata al podio. «Hay seis o siete aspirantes a medalla, y yo estoy entre ellas. Los resultados de todo el año nos dicen que vamos por el buen camino, pero en Londres puede pasar cualquier cosa».

Si Ander Elosegi y Maialen Chorraut son dos apuestas que parten desde la experiencia olímpica previa, el tercer representante vasco, Samuel Hernanz, representa la ilusión del novato. Este donostiarra nacido en Las Landas, en Tarbes más en concreto, apura los últimos días para estrenarse como deportista olímpico en la categoría K-1. Un año de fábula, el 2011, aupó a Hernanz a la cuarta plaza de la Federación Internacional de Piragüismo -ICF-, y después de ganar el título estatal lograba la plata en el Campeonato de Europa y en la Copa del Mundo de l'Argentière, y una cuarta posición en la Copa del Mundo de Leipzig. Su debut será el 29 de julio y, si logra acceder a la finalísima, este piragüista de 26 años deberá esperar al día 1 de agosto.

«Todo el proceso para conseguir la plaza para Londres ha sido muy estresante, pero ahora solo queda la recta final: pulir los detalles de la preparación», explicaba Hernanz, aunque añadía que se halla «muy excitado, con mucha energía y con ganas de hacerlo bien» en sus primeros Juegos.

Repeticiones muy complicadas

Asier Maeztu -en Atenas 2004- y Leire Olaberria -en Beijing 2008- sumaron sendas medallas de bronce para el deporte vasco en la modalidad de ciclismo en pista. La corredora de Ikaztegieta permanece aún en el elenco, junto con Hodei Mazkiaran y Juan Peralta. Los chicos participarán en la prueba de velocidad el 2 de agosto, mientras que Olaberria empezará el día 3, tratando de revalidar en la prueba de omnium el bronce logrado en Beijing en puntuación.

Juan Peralta lograba hace escasas semanas la medalla de bronce en el Europeo sub 23 de velocidad, dejando a las claras que este navarro tiene talento, aunque lo normal es que Londres 2012 aún sea un poco pronto como para que aspire a mayores cotas. «Río de Janeiro 2016, por edad y tiempo de trabajo, serán mis Juegos. Además, el objetivo del Centro de Palma -el Centro de Alto Rendimiento de Palma de Mallorca, donde reside- está encaminado a 2016». Con las ideas claras y humildad, Peralta confesaba en una reciente entrevista que «para mí sería un logro quedar entre los 10 primeros en cualquiera de las dos pruebas», mientras señalaba que los favoritos son «los ingleses, porque corren en casa y ya arrasaron en los pasados Juegos, aunque Australia se esta poniendo también a su nivel».

Desde Altsasu, Hodei Mazkiaran acompañará a Peralta en la prueba de velocidad. Con menos de 24 años -los cumplirá en diciembre-, parece que el representante de la Sakana también llegará algo «tiernecito» a la cita londinense como para aspirar a gran cosa, aunque su quinta plaza en el Mundial de Melbourne -en la prueba de keirin- permite concebir esperanzas, quizá no en que pueda conseguir una medalla, pero sí en una clasificación entre los ocho primeros, con el consiguiente diploma olímpico como premio. «Si vas pasando rondas te puedes encontrar en una final A, y veo que podría repetir lo que hice en el Mundial... incluso mejorarlo», reflexionaba el velocista navarro. Hace cuatro años se quedó a las puertas de los Juegos, pero en esta ocasión su progresión ya le supone un premio, con el añadido del homenaje reciente de su pueblo, algo que, reconocía, le hizo «mucha ilusión».

Pero si hay alguna esperanza puesta en el ciclismo en pista es con Leire Olaberria. Su bronce en la prueba de persecución de hace cuatro años infunde mucho respeto, algo que la ciclista de Ikaztegieta se ha ganado sin duda. Sin embargo, el omnium -una combinación de seis pruebas distintas: vuelta rápida, puntuación (20 kilómetros), eliminación, persecución individual (3 kilómetros), scratch (10 kilómetros) y contrarreloj (500 metros)- es otra cosa y la propia corredora guipuzcoana, a pesar de reconocer que se encuentra «en un buen momento», lo sabe mejor que nadie. «Este último año no ha ido como me habría gustado, y repetir lo de Beijing queda casi descartado», asegura con precaución. Sin embargo, también añade que «el objetivo es la medalla», mientras señala que «no quiero pensar en la que gané antes, ya que intento salir a competir como si nunca hubiera ganado nada».

El omnium es una modalidad que transcurre en dos jornadas, en las que la fortaleza mental y la regularidad son las verdaderas claves. «Son seis pruebas en las que hay que estar bien, ya que la regularidad es algo difícil de mantener. La clave está en no venirte psicológicamente abajo». La de Ikaztegieta apunta también que «hay cuatro corredoras muy sólidas, y yo no estoy a su nivel. Mi intención es estar lo más cerca posible de ellas e intentar aprovecharme si alguna no da la talla».

El triatlón femenino también ofrece de alguna manera su propia conjunción entre veteranía e ilusión por el debut. Ainhoa Murua y Zuriñe Rodríguez buscarán realizar el mejor resultado posible, a sabiendas de que en principio los puestos de honor y gloria no parecen estar reservados para las representantes vascas.

A sus 34 años recién cumplidos, la zarauztarra Ainhoa Murua afrontará su tercera experiencia olímpica, después de su vigésimo cuarto puesto en Atenas 2004 y el vigésimo octavo en Beijing 2008. Una tendinitis de rodilla de última hora ha puesto en entredicho la presencia en Londres de la triatleta zarauztarra, aunque la propia interesada aclaraba que «me llevé un gran susto, pero ya estoy mejor». El principal objetivo de la guipuzcoana consiste en «pelear por obtener un diploma olímpico», a sabiendas de que un botín mayor le puede quedar muy lejos, a pesar de que en abril se proclamara subcampeona de Europa en la localidad israelí de Eliat, después de dos cuartos puestos consecutivos en la cita continental. «Este año he obtenido buenos resultados y tengo esperanza de estar ahí adelante, pero todo el mundo quiere lo mismo y no podemos ganar todas», declaraba.

Además, el recorrido de Hyde Park no es precisamente el que más gracia le hace. «Preferiría que el tramo de bicicleta fuera más duro -explica-, porque en la carrera a pie luego se termina de notar ese desgaste. Sin embargo, es bastante llana. Aun así, depende de cómo vaya la carrera y los grupos que se formen. Será una carrera rápida». Por otro lado, los 1.500 metros de natación del arranque son también una pequeña sorpresa para la experimentada triatleta. «Nos hemos acostumbrado a nadar dos vueltas, pero en esta ocasión solo nadaremos una. La única novedad es que habrá menos referencias, menos boyas y que la prueba será más limpia, por decirlo de alguna manera. Habrá que estar muy atenta para salir en las primeras posiciones para la transición a la bicicleta».

Mientras tanto, la triatleta de Barakaldo Zuriñe Rodríguez vivirá su debut olímpico. A sus 30 años, la vizcaina se sacará la espina tras haberse quedado a las puertas de Beijing 2008. Pese a sus dos medallas de bronce en Colombia y Corea del Sur de 2011, Rodríguez se muestra ya conforme con el boleto para Londres, y afirmaba que «me gustaría entrar entre las 16 primeras». Al igual que a Murua, a Rodríguez tampoco le hace excesiva gracia el circuito de Hyde Park, por mucho que se resigne con el consabido «es lo que hay y para todas es igual. Habrá que entrenar muy duro la carrera a pie», añadía esta triatleta, que empezó su andadura deportiva en la natación y lleva luchando por llegar a este momento desde los 18 años. Ainhoa Murua y Zuriñe Rodríguez ya tienen marcada en rojo la fecha del 5 de agosto, día en el que se disputa su prueba.

Maider Unda, por su parte, deberá esperar casi hasta última hora, concretamente al 9 de agosto. Este último año y medio se ha convertido en una agonía exasperante para la luchadora de Olaeta para poder acceder a sus segundos Juegos Olímpicos. Primero debió darle la vuelta a una gravísima lesión de rodilla -la temida triada-, y luego tuvo que esperar hasta el pasado mes de mayo para, en su última oportunidad, lograr «colarse» en los Juegos en la categoría de menos de 72 kilos, tras imponerse en el Preolímpico de Finlandia.

Pero volver a la cita olímpica no termina de saciar a la luchadora alavesa, que ya en Beijing 2008 rozó la medalla de bronce para acabar al final de la competición en la quinta plaza. Y es que la medalla olímpica quedaría muy lustrosa junto a sus bronces del Mundial de 2009 y los Europeos de 2010 y 2012. «Los deportistas somos ambiciosos por definición. Yo, desde luego, no me conformo con acudir a los Juegos Olímpicos. Siento, además, con 35 años, que va a ser mi última oportunidad, así que claro que sueño con el oro, que es para lo que me he preparado».

El balonmano manda

En lo que a deportes colectivos se refiere, la representación vasca se limita al balonmano, tanto en la categoría femenina y masculina, con un total de siete participantes, y cinco miembros más en la selección masculina de fútbol.

El 28 de julio debuta la selección española femenina, con las vascas Andrea Barnó, Nely Carla Alberto, Eli Pinedo y Patricia Elorza en sus filas, y el recuerdo de Nerea Pena, de baja tras lesionarse de gravedad la rodilla, y que habría estado sin duda en la lista del seleccionador vizcaino Jorge Dueñas. El inesperado bronce del último Campeonato del Mundo -con gol decisivo de Eli Pinedo en los cuartos de final ante la anfitriona Brasil, y partidazo de Nerea Pena en la lucha por el bronce ante Dinamarca- eleva a la selección de Dueñas a una condición de outsider ante Noruega -vigente campeona olímpica-, Rusia y Francia, principales favoritas para repartirse los metales. Ubicadas en el grupo B junto a Noruega, Corea del Sur, Dinamarca, Francia y Suecia, Nely Carla Alberto afirmaba que «nos ha tocado el grupo de la muerte», ya que en él se encuentran las cuatro primeras clasificadas del último Mundial.

Aunque la alavesa Eli Pinedo no se arredra por eso. «No nos ponemos límites, pero deberemos ir partido a partido. Con 31 años, dudo que pueda volver a unos Juegos Olímpicos, así que esta es la culminación de mi carrera y tengo ganas de ver desde dentro cómo son los Juegos».

La garra de la extremo de Amurrio, y el brazo derecho de la lateral donostiarra -vital en una selección con carencias en el tiro desde los 9 metros-, tendrán en el cerebro ordenador de Andrea Barnó y la brega de la lateral Patricia Elorza -ambas utilizadas sobre todo en labores defensivas- dos valiosos complementos para superar una durísima primera fase, en la que quedarse fuera pende de un suspiro, y quedar cuarta significa enfrentarse a un cruce complicado, quizá ante Rusia. Del arranque de las de Dueñas dependerán sus opciones de aspirar a las semifinales o no.

La selección masculina también estará en el grupo B, junto a Dinamarca, Corea del Sur, Hungría, Serbia y Croacia. Eduardo Gurbindo -como lateral derecho titular- y Julen Aginagalde - pivote referencial en el ataque de Valero Rivera- tendrán un peso específico mayor al de Mikel Agirrezabalaga, incorporado a última hora a la selección tras la lesión de Antonio García, relevando a su vez a un Iker Romero -bronce en Beijing 2008 junto a Ion Belaustegi- que se había limitado a ejercer de especialista desde los siete metros en sus últimas convocatorias.

«En un principio creo que aspiramos a todo», sentencia el lateral izquierdo zarauztarra del Barcelona. Agirrezabalaga advierte que «tenemos un buen equipo, que viene jugando bastante bien, pero luego, en un torneo tan corto y ante selecciones tan difíciles, hay que ver lo que pasa».

«Estar en unos Juegos Olímpicos es lo más», añade Julen Aginagalde, que a punto estuvo de jugar en la selección de Beijing 2008 que obtuvo el bronce. «Una medalla en un Mundial y en un Europeo es importante, pero no tienen el mismo valor. Tengo mucha ilusión en poder estar en semifinales, y a partir de ahí, ganar un partido de los dos -final o por el tercer puesto- para asegurar la medalla», comenta el pivote irundarra.

Por último, la selección española masculina de fútbol arrancará el próximo jueves, día 26. Cinco vascos forman parte de este grupo, los jugadores del Athletic Javi Martínez, Ander Herrera e Iker Muniain, el realista Iñigo Martínez y el exosasunista César Azpilicueta, actualmente en el Olympique de Marsella. Japón, Honduras y Marruecos se presentan como un «calentamiento» más que asequible para el seleccionado español, en el que lo más probable será que la mayoría de los integrantes vascos tengan un protagonismo activo, como titular en el caso de Javi Martínez, que aspira a ser el líder del centro del campo del equipo, autor del único gol del último partido de los dirigidos por Luis Milla en su último choque de preparación ante México. El de Aiegi, junto a Jordi Alba y Juan Mata, buscará además sumar a su palmarés su particular «doblete», tras haber ganado la pasada Eurocopa.

«Respetar a los rivales es uno de nuestros puntos fuertes», afirma Ander Herrera. «El fútbol español pasa por un momento magnífico, pero cualquier equipo te puede ganar, así que el respeto a los rivales debe ir junto a la confianza en nuestras posibilidades, intentando ser mejores que el rival desde el primer minuto».

Estos son los 31 participantes vascos, y Londres 2012 su particular reto. Depende de sus condiciones, de su preparación y de la suerte si de veras logran cumplir con la máxima de «Citius, altius, fortius».

 

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