ATLETISMO La actividad llega al estadio de Stratford
¿El Relámpago o la Bestia?
Bolt y Blake han puesto al rojo vivo el plato fuerte, con el gigante buscando un doblete inédito ante la oposición del campeón mundial. Los 100 metros reunirán a los cuatro más rápidos de la historia. Medio centenar de títulos en juego empiezan a decidirse desde hoy.
Miren SÁENZ
Usain Bolt quiere convertirse en leyenda, pero para ello debe ganar. Lo que al inicio de temporada parecía pan comido se ha torcido para los intereses del campeón olímpico, que en 2008 y 2009 asombró al mundo con sus tremendos récords. El Relámpago tiene al enemigo en casa, es Yohan Blake, su compañero de entrenamientos, bajo la tutela de Glenn Mills, y esta temporada le ha ganado en dos ocasiones. Ocurrió en las pruebas de selección de Jamaica. Blake es el líder del año tanto en los 100 metros (9.75) como en los 200 (19.80), y de esta manera le ha hecho un favor al atletismo, porque la rivalidad enriquece el deporte de elite y le aporta una cantidad extra de publicidad.
Desde Beijing'2008 y Berlín'2009 ha cambiado el panorama. Entonces Bolt provocaba el asombro general a su paso, por esos récords inmensos con los que adornaba sus puestas en escena y además era invencible. Ahora es distinto. Desde aquella salida nula que le costó la descalificación en la final de 100 metros del Mundial de Daegu'2011, en la que se coronó Blake, el Relámpago, por una razón u otra, siempre ha perdido ante la Bestia, que ha salido reforzado en los escasos enfrentamientos directos mantenidos entre ambos. La Bestia ha demostrado esta temporada, no una sino dos veces, y en las dos distancias, que puede ganar al astro, y esto ha elevado la expectación.
El debate está abierto y han entrado a saco atletas sobrados de kilómetros en sus pasaportes y en sus piernas. El legendario Edwin Moses, el especialista en 400 vallas que permaneció invicto durante diez años, lanzó esta misma semana una frase lapidaria. «Solo eres lo bueno que indica tu última carrera. No me gusta votar contra Bolt, pero no estoy seguro de que las cartas estén a su favor. Creo que Blake es el hombre a batir».
Lo mismo opina Mo Greene, que como Bolt fue plusmarquista, campeón mundial y olímpico y se conoce los 100 metros al dedillo, o el decatleta Daley Thompson, e incluso el fondista Gebreselassie. Todos se inclinan por Blake. Pero también Bolt tiene algún seguidor, o al menos alguien dispuesto a jugarse la pasta por él. Un innovador como Dick Fosbury, el hombre que cambió la técnica de salto de altura, elige al gigante. «Por resultados, Blake parte claramente con ventaja, pero cualquier cosa puede pasar. Por tanto, yo voy a apostar mi dinero por Bolt», anunció Fosbury.
Si acierta se podría soñar con el primer doblete de la velocidad, una hazaña inédita que Bolt había imaginado para perpetuar su leyenda. En 100 metros lo lograron Carl Lewis (Los Ángeles'84 y Seúl'88) y Gail Devers (Barcelona'92 y Atlanta'96). En 200, Verónica Campbell (Atenas'2004 y Beijing'2008).
La carrera prevista para el domingo (22.50) se presenta apasionante porque el hectómetro, si no se queda ninguno por el camino, reunirá en el Estadio Olímpico a los cuatro velocistas más rápidos de la historia, con Asafa Powell como tercer jamaicano, y el estadounidense Tyson Gay, de regreso a las grandes citas internacionales tras superar los impedimentos físicos que le han mantenido fuera de circulación los últimos cuatro años.
Será la primera vez que los cuatro coinciden en los tacos de salida, en una parrilla con la probable presencia también de Justin Gatlin, campeón olímpico en Atenas'2004 y de vuelta casi a sus mejores registros después de saldar cuentas con el dopaje, aunque esas manchas sean difíciles de borrar. Para ganar habrá que apretar mucho, lo que da pie a pensar en un nuevo récord del mundo, algo muy complicado, porque los registros de Bolt parecen de otro planeta.
Y esta carrera descomunal se la va a perder Lemaitre. El único blanco capaz de correr por debajo de los 10 segundos ha renunciado a la prueba reina. El francés se ve con más posibilidades en los 200 y ha decidido concentrar todas sus fuerzas en el doble hectómetro, a la inversa que hace un mes en Helsinki.
Lemaitre, el 26ª en el ránking anual de 100 con una marca de 10.04, figura cuarto en la lista de los 200 (19.91) por lo que ahí es donde se ve con posibilidades de pelear por una medalla.
Las velocistas a escena
Pero si las expectativas entre los sprinters se presentan magníficas, también lo son entre las velocistas. Jamaicanas y estadounidenses están preparadas para el combate, con la citada Campbell, Shelly Ann Fraser y Kerron Stewart defendiendo ya desde hoy el territorio conquistado en el `Nido de Pájaro' pequinés ante Carmelita Jeter, Tianna Madison y Allison Félix, que llega crecida tras sus 21.69 de los trials.
No hay novedades en el fondo y el mediofondo, África aspira a todo. Kenia monopoliza el maratón, y con Rudisha y Pamela Jelimo quizás también al 800. Kiprop y Kiplagat dominan el 1.500, mientras el etíope Bekele ha conseguido llegar al 10.000 algo justo. Esta noche, en la primera final femenina, Cheruiyot y Tirunesh Dibaba dirimirán la clásica rivalidad Kenia-Etiopía.
En los concursos la pertiguista Isinbayeva quiere elevarse hasta su tercer oro olímpico, y su homólogo Lavillenie busca el primero. Mientras, en las vallas altas la australiana Sally Pearson cosechó en Mónaco su segunda derrota en dos años. Si se cumple la teoría de Moses, malo para la mejor atleta de 2011.
Y si ha habido un titán en verano ese ha sido Ashton Eaton, autor de la plusmarca en decatlón. Sus compañeras del heptatlón inician hoy su travesía con una de las bazas locales, Jessica Ennis, y el polaco Majewski peleando por el oro en peso.
El peso masculino, con los forzudos europeos, y los 10.000 metros femeninos decidirán las primeras medallas. La batalla entre las fondistas de Kenia y Etiopía está servida.
Mikel Odriozola ha sido el único atleta vasco que ha llegado a Londres'2012. Hace tiempo que se veía venir porque no ha habido relevo a las retiradas. Asi que el oreretarra volverá a meterse otros 50 kilómetros marcha en su tercera participación olímpica tras Sydney'2000 y Beijing'2008. Y se quedó sin ir a Atenas'2004 por una decisión técnica que le resultó muy dolorosa y que nunca olvidará. Esa fue una de las pocas grandes citas que el guipuzcoano se ha perdido en su trayectoria deportiva, en la que abundan los Mundiales, los Europeos y las Copas del Mundo.
Si fuera por experiencia, estaría entre los medallistas. En esas competiciones lo ha vivido casi todo, desde ser descalificado cuando rozaba el bronce hasta subir al podio por equipos. A sus 39 años ha repetido tantas veces eso de «querer estar delante», «tener buenas sensaciones», «verse en la pomada y aprovechar la oportunidad», que ha terminado firmando puestos de finalista, cuando antes siempre se le escapaba eso de «¿y una medalla, por qué no?.
La marcha es un deporte de resistencia, sobre todo los 50, y Mikel Odriozola ha aguantado humedades y calores extremos, frío y situaciones diversas. Esta vez le va el circuito y el clima húmedo. Por vasco, está más que acostumbrado. Su carrera será el sábado 11 y sobra decir que le gustaría mejorar su decimotercer puesto de Beijing. Sus rivales son los de siempre, los temibles rusos, los chinos y el campeón olímpico Alex Schwazer, quien pensaba hacer doblete en los 20 kms., aunque hace cinco días renunció a la distancia corta -a la que el italiano llegaba con la mejor marca del año- para concentrar toda su energía en el paseo más largo.
Por allí andará también, respaldada desde el Basque Team por residir en Barakaldo, Nora Aída Bicet, que con 34 años afronta su segunda participación en unos Juegos. Como cubana fue séptima en los Juegos de Atenas'2004, y precisamente de ese año guarda su mejor registro personal (63,32 metros).
Entre las atletas que se han dejado ver por aquí, quien no estará es la mediofondista marroquí del Santutxu Mariem Selsouli, que dio positivo por el diurético furosemida en un control al que fue sometida el 6 de julio, tras la reunión de París en la que ganó con 3.56:15, firmando la mejor marca mundial del año. Llueve sobre mojado, porque en 2011 regresó tras dos años de castigo, así que Selsouli, actual subcampeona mundial bajo techo en Estambul y verdugo de Marta Domínguez en Bilbo, se arriesga a una sanción de por vida si el contraanálisis confirma el primer resultado.
