Tres semanas después de que presentara su dimisión como secretario de la Alcaldía de Donostia tras difundir «El Mundo» un vídeo que reproduce un incidente verbal entre Josetxo Ibazeta y un grupo de hinchas de la selección española, Josetxo Ibazeta declaró ayer en la Audiencia Nacional en calidad de imputado por estos hechos, acusado de un delito de «amenazas» y otro de «enaltecimiento del terrorismo».

Ibazeta, que únicamente respondió a preguntas de su abogado, Zigor Reizabal, negó haber amenazado a seguidores de la selección española y alegó que el incidente por el que ha acabado imputado es el resultado de una provocación con el objetivo político de perjudicar a Bildu y al alcalde de Donostia, a través de una grabación realizada sin su conocimiento ni su consentimiento.

El diario español llevó aquel incidente a portada, con la versión de que Ibazeta había gritado «Gora ETA militarra», y añadió que fuera de la grabación colgada en la red profirió amenazas como «voy a sacar la pistola y os voy a dar dos tiros».

El exsecretario de la Alcaldía donostiarra negó que tuviera intención de ensalzar a la organización armada, así como que hiciera gestos como si apuntara con un arma a estos supuestos hinchas de la selección de fútbol española.

Tras su declaración en el tribunal especial, Ibazeta salió obviamente en libertad provisional, aunque sujeto a algunas medidas que restringen su libertad, como la obligación de comparecer quincenalmente y la retirada del pasaporte, todo ello a petición del fiscal Pedro Martínez Torrijos.

«Un culebrón de verano»

Ya por la tarde Ibazeta señaló a GARA su convencimiento de que fue provocado con un claro objetivo político y recordó que un grupo de personas le increpó, «buscando el enfrentamiento directo conmigo cuando me encontraba en el portal de mi casa», según precisó.

Se refirió, asimismo, al hecho de que las mismas personas que le grabaron se dirigieran al diario «El Mundo» en lugar de llevar el vídeo a los juzgados. Según precisó, el propio juez ha tenido que solicitar el vídeo, del que tampoco disponía la Fiscalía.

Otra de las cuestiones que apunta es la existencia de tres testigos protegidos que han prestado declaración ante la Ertzaintza y cuya identidad desconocen, lo que le lleva a pensar que habrá más filtraciones a los medios de comunicación.

Josetxo Ibazeta manifestó su impresión de que este incidente seguirá saltando a los medios como un «culebrón de verano», a la vista de la utilización política que algunas formaciones políticas están haciendo del mismo, pese a tratarse de un enfrentamiento verbal aislado.

En una nota hecha pública tras su dimisión irrevocable ante el alcalde, Juan Karlos Izagirre, Ibazeta expresó que sentía «profundamente lo sucedido», además de reiterar su voluntad, tal y como hizo constar en la misiva dirigida al primer edil, de que «un incidente aislado» no pudiera ser utilizado para «hacer daño» a la Alcaldía y en al Gobierno municipal de Bildu.

Representantes de la izquierda abertzale manifestaron el miércoles que Ibazeta sufrió «una provocación urdida para causar una reacción visceral, que tenía como objeto cobrarse su cabeza y erosionar la posición política de la izquierda abertzale en el Ayuntamiento de Donostia». Incidieron en que quienes realizaron la grabación fueron a buscarle «a las inmediaciones» de su domicilio e «hicieron todo lo posible para sacarle de sus casillas».