Daniel Fernández Orgaz, nacido en Bilbo aunque residente ahora en Barcelona, y Alejandro Bueno Nilson, natural de Barcelona, fallecieron ayer en un accidente en Santiago de Compostela. El avión que pilotaban, y que había transportado un órgano para un trasplante, había emprendido el vuelo de regreso a su base desde Asturias, donde habían dejado un corazón para una operación. Horas después se daba a conocer que el trasplante se llevó a cabo con éxito, pero el viaje costó la vida a los dos pilotos.

Daniel Fernández Orgaz tenía 35 años y su compañero de vuelo, 37. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, destacó que «han perecido dos personas que trabajaban para salvar la vida a los demás».

El aparato había salido de su base de Santiago hacia Asturias para recoger a un equipo médico que debía trasladarse hasta Oporto para extraer un corazón, según fuentes del Principado.

Tras dejar en el aeropuerto de Avilés al equipo sanitario con el órgano, el avión, de la empresa Aeronaves del Noroeste (Airnor), volaba de regreso a su base del aeropuerto de Lavacolla.

El aparato, un Cesna, había enfilado la pista del aeropuerto compostelano pero por causas que todavía se desconocen perdió altura y se estrelló en una zona de arbolado, a unos dos kilómetros de la cabecera de pista norte del aeródromo.