El barrio getxoztarra de Erromo volvió a recordar ayer a su vecino Félix Arnaiz Maeso, de cuya muerte por disparos policiales se cumplen 43 años. Coincidiendo con este aniversario, la Comisión de Fiestas y la asociación de víctimas del régimen franquista Ahaztuak 1936-1977 organizaron un acto en su memoria en el que tomaron parte un centenar de personas, entre ellas su madre y sus hermanos.

Los hechos sucedieron el 2 de agosto de 1969, sobre las dos de la mañana. Un grupo de jóvenes cantaba y bromeaba frente al bar Vega, al lado de la antigua estación de tren de Las Arenas. Al entonces teniente de alcalde de Getxo, conocido como Leza, le debieron molestar los cánticos y llamó a la Policía municipal. Según relatan testigos, los agentes se personaron en el lugar «muy alterados».

Los jóvenes optaron por marcharse al bar Paco, en la calle Mayor, cerca del Puente Colgante. Un rato después se acercaron de nuevo a las fiestas y cuando llegaron a la altura de las barreras del tren «salió de una esquina uno de los municipales empuñando una pistola» y apuntando a uno de los jóvenes. Este, instintivamente, le agarró de la mano y pudo así desviar los dos disparos efectuados. Acto seguido fue arrestado e introducido en un vehículo policial.

Los testigos también recuerdan que aquella noche, al poco de introducir a este arrestado en el vehículo, se oyó un disparo tras el cual Félix Arnaiz, de 20 años, yacía muerto en el suelo con una herida en el pecho. Tras la muerte de este joven vecino de Erromo las fiestas fueron suspendidas en señal de duelo y denuncia.

La versión oficial calificó la muerte de este joven como «accidente fortuito», diciendo que al policía municipal se le había disparado el arma en un «forcejeo» con otra persona.

Hechos sin aclarar aún hoy

El acto celebrado ayer estuvo presidido por una fotografía del fallecido. Comenzó con un aurresku de honor ofrecido por varias dantzaris del barrio, tras el que se entregó un ramo de flores a la madre de Arnaiz. Un miembro de la Comisión de Fiestas tomó la palabra para subrayar «lo necesario de mantener la memoria histórica también a nivel local, recordando a un joven vecino nuestro como fue Félix, asesinado en plenas fiestas de nuestro barrio cuando cantaba con sus amigos y un cargo institucional del Ayuntamiento franquista se sintió molesto por ello, ordenando la intervención de la Policía municipal en unos hechos aún hoy sin aclarar que se cobraban la vida de nuestro vecino».

Txema Uriarte, de Ahaztuak volvió a reclamar verdad, justicia y reparación para todas las víctimas de la represión durante la dictadura.