Golpeó Marcelo Bielsa desatado, sacando, reconocible, sus puños, arriba y abajo, tras el tercer gol de los suyos, que ponía en franquicia una sudada eliminatoria sobre el acolchado césped de La Catedral. Costó quizá más de lo esperado doblegar al humilde equipo croata, al menos en el marcador, o quizá fue lo esperable, un debut, como siempre incierto, sumado a un once de circunstancias en la zaga de los leones. Faltó velocidad, remate en ocasiones, pero se ganó, que era lo importante. Quizá otro rival más poderoso nos hubiera hecho verdadera pupa ayer, pero todo llegará, hasta los titulares ausentes. A falta de ellos, enorme debut de Isma López, derroche físico de Iñigo Pérez y un cachorrillo que ya ruge en la selva, Ruiz de Galarreta.

El Athletic fue protagonista de inicio, como se esperaba y como era su obligación, ante un rival menor. Con línea de tres atrás, Susaeta como hombre más en punta y el nuevo león Isma López con toda la banda izquierda para su esmerada zurda. Y fue el debutante quien a los cinco minutos levantó de sus asientos al expectante público de San Mamés en un balón templado del que Toquero se volvió a llenar y remató fuera.

El Athletic, protagonizando -y el Slaven esperando y tratando de salir sin miedo siempre que podía-, volcaba todo su ataque por banda izquierda, con la resultosa conexión ayer Isma-Iñigo Pérez. Atrás, Gurpegi y Ramalho no ofrecían excesivas garantías como pareja de baile, ni siquiera para el propio Iraizoz. Un chut flojo desde lejos de De Marcos fue el preludio de cinco minutos locos. Primero, Isma López culminaba un buen primer cuarto de hora con su primer gol como rojiblanco. A los tres minutos, en un saque de banda, los croatas empataban en una muestra más de la fragilidad de la zaga local. Y al minuto siguiente, Toquero cae a banda, la pone, Isma cabecea sin mucho convencimiento, pero Susaeta desvía lo justo a la red. De ahí al final, un par de jugadas `made in tiki-taka' por banda derecha y poco más.

En la segunda mitad, con los cambios de nombres y posiciones, el Athletic cercó el área rival. Avisó Isma López con dos pases medidos que mandaron fuera Toquero y Llorente, así que tuvo que acertar él y tranquilizar a la grada. Los croatas, cerrados atrás, pero creando peligro a la contra, tuvieron alguna clarísima ocasión, como la de Gluceviv a falta de cuatro minutos, lo mismo que un Athletic que se gustó por momentos, que combinó, con Ruiz de Galarreta entusiasmando a la cátedra, pero volviendo a fallar en el remate. Todo se andará. Esto no ha hecho más que empezar.