No debemos quedarnos impasibles esperando a que los especuladores invisibles y sus enviados, ejecutores visibles, nos aniquilen de por vida. Los créditos vencen al mes, el estómago al día y la mente al segundo... Nos hipotecan económicamente (la ruina total), nos obligan a una dieta contra la salud (hambruna futura), nos empujan al desequilibrio mental (depresión y ansiedad). ¡Rebelémonos!

No podemos dejar que unos pocos dominen a unos muchos, escapemos de su tablero de la manipulación, organicemos una plataforma real con un compromiso colectivo. Se mofaron de los jóvenes del 15 M llamándoles despectivamente perroflautas solo por su forma de vestir o por sus rastas, cuando en realidad algunos de los mayores delincuentes visten corbata y chaleco. No nos rindamos, y desconfiemos de aquellos políticos que tienen su nómina y jubilación aseguradas, y hacen del Congreso y el Senado un circo, no sufren y tienen la sonrisa permanente porque la crisis no les desvela a las cuatro de la madrugada. Son la oligarquía política, parásita, corrupta, incompetentes, despilfarradores con intereses partidistas y personales.

Reaccionemos sin tregua, no nos ilusionemos con que la prima de riesgo baje unos puntos, porque esto no cambia la realidad. No seamos marionetas y cortemos los hilos a la futura esclavitud.

Tengo de positivo lo mismo que de realista, pero esta crisis nos encaminará hacia un enfrentamiento civil. Esta olla social explotará, nos quieren silenciar con la Ley de Orden Público: Será delito la «resistencia pasiva», como una sentada en la calle. También será delito organizar concentraciones a través de las redes sociales.

No permitamos que con esta ley nos limiten el derecho a manifestarnos, y que las cárceles se llenen de ciudadanos oprimidos, de estómagos tristes, de resignados.

Nos quieren robar la ilusión, estrangular el estómago y cortarnos la lengua.

Que no olvide este Gobierno que las porras de la represión las tienen funcionarios también afectados, que estos no son Robocops sin hambre, y el día que las arrojen o los ciudadanos indignados se las quiten el conflicto social estallará y el ciudadano hará justicia.

Entonces ya no habrá problema con la prima de riesgo, porque el riesgo social ya estará en marcha.