Aviso a los «intocables» Estados Unidos y España: no son intocables. La selección hispana caía ante Rusia por 77-74 y deberá jugarse ante Brasil la segunda plaza del grupo B. Ironía: el ganador se las verá ante Argentina en cuartos y, con suerte, a los Estados Unidos en semifinales. Mientras, los norteamericanos sudaban tinta ante una Lituania sin complejos. Solo LeBron James y las 23 pérdidas bálticas desnivelaron la balanza.

TÚNEZ-FRANCIA (69-73). Debía ser una victoria sencilla para la selección bleu, pero el combinado norteafricano endosó un parcial de 26-13 en el último cuarto y metió el miedo en el cuerpo a los entrenados por Vincent Collet. Parker fue el mejor con 22 tantos, pero debió ser Batum -19 puntos y 8 rebotes- quien sacara las castañas del fuego al seleccionado galo. Mohamed Hadidane, con 20 puntos -y tres triples en los últimos minutos-, y los 17 puntos y 8 rechaces de Makram Ben Romd hane, aparte de los numerosísimos balones perdidos -19 por Túnez, 20 Francia- alocaron en exceso el partido en los momentos finales.

RUSIA-ESPAÑA (77-74). Para cuando Rusia se dio cuenta, la selección española, que recuperaba a Navarro, ganaba 11-28. Shved se borraba del partido y Rudy Fernández y San Emeterio ataban en corto a Kirilenko, mientras Pau Gasol, 20 puntos y 9 rebotes, sumaba puntos y más puntos. Cualquiera diría que los de Scariolo aplicaban la misma «receta» que en el Eurobasket 2011: dejarse ir ante los rivales sencillos y sacar el látigo ante los «cocos». Pero Rusia, retrotrayéndose a la final del Eurobasket de Madrid 2007, volvió al partido gracias a Ponkrashov -el mismo que jugó el partido de su vida en la final de Madrid-, con 14 puntos y 11 asistencias. Además, los 24 puntos de Fridzon voltearon el marcador hacia el tercer cuarto: 56-51. España encontró la salida gracias a la frescura de Sergio Rodríguez. El Chacho lideró la reacción hispana, elevando el 60-69 a falta de pocos minutos. Pero aparecieron Kirilenko y Mozgov, Khryapa -12 puntos tras cuatro triples- empataba a 73 y el pívot de Denver subía el 75-73. Pau Gasol, a cinco segundos, erraba un tiro libre, cosa que no haría Fridzon. En el último ataque a la desesperada, Marc Gasol regaló el balón a Rusia, que se garantiza el liderato en el grupo B.

LITUANIA-ESTADOS UNIDOS (94-99). Los porcentajes estadounidenses cayeron a límites mundanos -10 de 33 en triples; 19 de 31 en tiros libres- y Lituania lo bordó para mantenerse siempre a flote. Kevin Durant -20 puntos- primero y Deron Williams y sobre todo LeBron James -otros 20- al final tiraron del carro de los de Coach K, que veía a los suyos incapaces de frenar el bloqueo directo frontal lituano -es lo que pasa por ir siempre al robo-, que devenía en penetraciones sin oposición o rápidas combinaciones de balón con triple librado -Jasikevicius rejuveneció 10 años en varias fases del duelo-. Por otro lado, la presión norteamericana provocó hasta 23 pérdidas en Lituania -17 robos-, lo que supuso 26 puntos para el combinado de las barras y las estrellas -solo 6 puntos sumaron los bálticos tras pérdida del rival-. Con todo, Lituania ganaba 84-82 a cuatro minutos del final, y debió emerger LeBron James, luciendo descaradamente galones ante sus compañeros, para rescatar a los estadounidenses.

CHINA-BRASIL (59-98). Tras la dolorosa derrota ante Rusia, pudiera pensarse que los de Rubén Magnano iban a resentirse del duro golpe recibido. Pues no. La canarinha no dio ni un paso atrás, ni para tomar impulso, y barrió del mapa a una indolente China. Yi Jianlian, a tan gran nivel en los duelos anteriores, apenas aportó 5 puntitos, ahogado por el marcaje combinado de Hilario, Splitter y Varejao. Mientras, los sudamericanos se solazaron con una muy repartida anotación, en la que destacaron los 14 puntos de Marquinhos Vieira. Con el 9-25 del primer cuarto, el duelo ya parecía finiquitado, pero los brasileños siguieron apretando, llegando al 59-98 final.

GRAN BRETAÑA-AUSTRALIA (75-106). Con el 46-36 del descanso, los locales creían poder dar la campanada, pese al mal día de Luol Deng -solo 9 tantos-. Pero Australia dijo que no y machacó a los anfitriones con una segunda mitad escandalosa: 29-70, con ¡39 puntos! del base de los Spurs Patty Mills. La paliza reboteadora -32 para los británicos, 47 para Australia- borró de cuajo la incipiente sonrisa de Gran Bretaña.