Los dos duelos por el liderato se resolvieron de forma muy diferente, un triunfo por la mínima de Islandia sobre Francia en el Grupo A, y una goleada sorprendente de Croacia a Dinamarca en el B. Túnez y Serbia sumaron dos triunfos que les permiten seguir aspirando a los cuartos.

TÚNEZ-GRAN BRETAÑA (34-17). Con tres derrotas en sus casilleros, ambas selecciones llegaban a la cuarta jornada con posibilidades matemáticas de clasificación. Túnez no dejó lugar a dudas y, pese a que Gran Bretaña estrenó el marcador con un gol de McDermot, los tunecinos aplicaron un rodillo implacable que les llevó del 4-1 al 10-3, al 13-4, al 24-11, doblaron a los británicos en el minuto 52 con el 30-15, y con el 34-17 final. Con este resultado, a Túnez le bastaría el empate el lunes ante Argentina para pasar a cuartos.

SUECIA-ARGENTINA (29-13). Suecia compareció en la pista muy motivada, porque podría optar incluso a la segunda posición del grupo, mientras Argentina sabe que sus opciones pasan por ganar el lunes a Túnez. Por si acaso saltaba la sorpresa, los argentinos mantuvieron el tipo hasta el minuto 35 (13-11), pero un parcial de 5-0 (18-11) encarrilaba el triunfo sueco, y Argentina prefirió reservarse para el lunes, como demostraba el 9-0 que encajó poco después (27-12), para un parcial sonrojante de 17-5 en la segunda mitad.

ISLANDIA-FRANCIA (30-29). Los dos equipos más «viejos» del torneo rememoraban la final olímpica de Beijing 2008, que ganó Francia, pero esta vez los islandeses se llevaron la victoria y con ella el liderato dle grupo. Islandia es el único equipo que ha marcado 30 o más goles en cada partido, y eso que aún le queda la anfitriona. Ayer dominó la primera parte, con ventajas que llegaron a los cinco goles, aunque Francia apretó antes del descanso (16-15). Luego el partido se igualó hasta el empate a 28 a cuatro minutos del final, y entonces dos goles de Sigurdsson (5 goles ayer) y Petersson (6) abrieron una pequeña brecha que Francia ya no pudo salvar. Guigou acortó distancias, pero en los últimos 70 segundos ya no hubo más goles.

COREA-SERBIA (22-28). Lo mismo que en el grupo A, en el B se enfrentaban los dos equipos que no habían sumado ningún punto hasta ayer, jugándose su última opción de poder llegar a cuartos. Serbia se mostró superior, por fin con un Stanic muy acertado en la portería (19 paradas de 41 lanzamientos, 46%), sobre todo si se compara con la tarjeta del meta coreano Lee, que salió como titular y tuvo que dejar su puesto a Park con un 0 de 9. Con este panorama, los buenos porcentajes de los lanzadores serbios (salvo Ilic, que solo hizo un gol de cinco tiros) acabaron imponiéndose. Corea aguantó durante 45 minutos gracias a que apenas perdió balones, y eso le permitió tirar más veces a portería y compensar sus peores porcentajes de acierto, pero un parcial de 0-3 que llevó el tanteador del 18-20 al 18-23 resultó determinante. Serbia -que sumaba así su primera victoria en unos Juegos bajo esta denominación- encaró los últimos minutos con ventaja, y se impuso sin problemas.

CROACIA-DINAMARCA (32-21). Sorprendente victoria de Croacia, al menos por su contundencia, o quizá a Dinamarca se le había acabado la suerte en las tres jornadas anteriores, en que las victorias se habían decantado a su favor por estrecho margen (dos por un gol y una por dos). El partido discurría por cauces «normales», con una ventaja croata que no había superado los dos goles, hasta que en el último tramo del primer tiempo un parcial de 5-0 la disparó hasta el 16-8. Esta vez Dinamarca no mostró ninguna capacidad de reacción, o quizá reservara fuerzas porque sus jugadores están cascados (ayer Markussen jugó muchos minutos en el lateral izquierdo, con escaso acierto, 3 de 9 tiros). Los parciales de ambos tiempos fueron significativos: 14-9 y 18-12.

HUNGRÍA-ESPAÑA (22-33). España ganó con comodidad a Hungría encarrilando el partido desde la primera mitad, en la que destacó como nunca el pivote irundarra Julen Aginagalde, con 8 goles de 8 lanzamientos (9 al final, máximo anotador del partido), haciendo un boquete en la permisiva defensa húngara. Sterbik aportó paradas (35%) y solo la actitud guerrera de Nagy (5 goles en el primer periodo, 7 al final) permitió a Hungría mantenerse en el partido. Pero en la segunda se hundió.