Las bolsas europeas saltaron ayer con fuerza tras la confirmación de que el BCE intervendrá en los mercados de deuda para salvar a los estados periféricos. Pese a la gran acogida a esta noticia, no pasó por alto tampoco el hecho de que será una medida con condiciones, todavía desconocidas, y que deberá responder a una petición de rescate por parte de los estados con graves problemas de financiación. Esta decisión contó con el respaldo del Parlamento Europeo y el FMI, pero no con el de Alemania, dado que el presidente del Bundesbank calificó de ayuda a los gobiernos el plan de compra de bonos de Draghi. En este contexto eufórico, la prima de riesgo y la rentabilidad del bono caían bruscamente. El diferencial con el bono alemán se estrechaba hasta perder los 450 puntos, mientras que la rentabilidad de los títulos de diez años se deslizó hasta el entorno del 6%. Así las cosas, la música del BCE encandiló al Ibex, que salió disparado hacia los 7.862,00 puntos al ganar un 4,91%. Las subidas también fueron notables en Milán (+4,31%), París (+3,06%), Fráncfort (+2,91%) y Londres (+2,11%). Dentro del Ibex, todos los valores, excepto BME (-2,13%) y Bankia (-1,01%), participaron en la fiesta. Mapfre (+10,38%), Repsol (+7,29%) y Sabadell (+6,96%) fueron los tres mejores. Hasta 16 firmas sumaron más de un 4%. Entre ellas estuvieron Santander (+4,60%), BBVA (+5,29%), Telefónica (+5,32%), Inditex (+5,39%) e Iberdrola (+6,60%). En París, Crédit Agricole (+8,44%), Société Générale (+7,76%) y BNP Paribas (+5,47%) acabaron entre los más entonados, mientras que solo GDF Suez (-0,77%) cerró en rojo.