El jugador del Gescrap Bizkaia Bilbao Basket Nikos Zisis se fracturaba ayer el tercer dedo de la mano izquierda y causará baja en el amistoso que enfrentará mañana al equipo bilbaino con el Mad-Croc Fuenlabrada en Ávila, donde se encuentra concentrada la plantilla que dirige Fotis Katsikaris.

Según informaba el club vizcaino a través de una nota, la fractura del base griego está localizada en la «articulación interfalángica distal» y los servicios médicos de la entidad bilbaina procedían a inmovilizar la zona con una férula.

Esta lesión de Zisis es el segundo contratiempo físico sufrido por un jugador de la escuadra bilbaina en lo que va de pretemporada tras la «sobrecarga muscular» que ha afectado a Lamont Hamilton y que ha impedido al pívot estadounidense participar en los dos primeros tests, frente al Palencia y el Blusens Monbus.

En cualquier caso, los rectores de Bilbao Basket esperan tener al exjugador del Montepaschi Siena ya recuperado para cuando arranque la Liga ACB 2012/13, el próximo 30 de septiembre.

La ausencia de Zisis deja a Raül López como único director de juego. No obstante, es cierto que hombres como Fran Pilepic o Roger Grimau son perfectamente capaces de asumir el rol de base mientras se recupera el jugador heleno.

Buscando la química

Pese al contratiempo de Zisis, el trabajo de pretemporada de los hombres de negro sigue adelante. En ese sentido, Raül López declaraba que «la plantilla mejora día a día en su aspecto físico y sigue buscando la química para lograr los objetivos».

«La pretemporada es una parte fundamental para conseguir buenos resultados durante el año, creo que estamos trabajando bien y nos vamos conociendo», añadía el base de Vic.

El director de juego catalán recordaba que en estos momentos, por encima de todo, lo importante es «intentar conjuntarnos y conocernos mejor. Los primeros partidos siempre son complicados, sobre todo cuando son, como en nuestro caso, muchos jugadores nuevos e importantes. Tenemos que adaptarnos los unos a los otros dentro de las pruebas y adquirir confianza», resumía.

Desde la experiencia, Raül López aseguraba que «lo que marca la diferencia dentro de los equipos es que los jugadores se entiendan dentro de la pista. El baloncesto es un deporte de equipo y tenemos que aprender a sufrir juntos».

En ese sentido, el base del Gescrap Bizkaia Bilbao Basket se mostraba tranquilo y declaraba que «las sensaciones son buenas» y recalcaba que «el club mantiene la meta de dar pasos adelante». Por ese motivo, el veterano base catalán, precavido y poco amigo de mirar más allá del siguiente entrenamiento, se conformaba con «trabajar duro cada día. Ponerse ahora un objetivo antes de jugar un partido oficial sería absurdo. Tenemos un equipo compensado, y si hacemos las cosas bien, al menos podremos competir contra todos los equipos».