El ciclista Víctor Cabedo (Euskastel-Euskadi) falleció ayer en un accidente de tráfico que tuvo lugar mientras entrenaba en la localidad castellonense de Almedijar. El accidente se produjo poco antes de las dos de la tarde en el kilómetro 10,2 de la carretera CV200, en el tramo entre Almedijar y Aín, cuando el corredor colisionó con un vehículo y cayó por un barranco, informaron fuentes del Consorcio de Bomberos de Castellón, que procedieron al rescate del cuerpo.

Al descender hasta el lugar en el que se encontraba el ciclista, en el fondo de un barranco de quince metros de profundidad, los bomberos confirmaron que ya había fallecido y procedieron a rescatarlo en una camilla con la que subieron el cuerpo hasta la carretera desde la que había caído. En estas tareas trabajaron seis bomberos y tres vehículos, según informó Efe.

Miguel Madariaga confirmó lo ocurrido y señaló que se lo había comunicado el ex campeón olímpico Samuel Sánchez. El manager del Euskaltel desveló que un hermano del fallecido le explicó que el accidente fue «bajando un puerto, a unos 15 o 20 kilómetros de su casa en la provincia de Castellón. Se ha dado de cara con otro vehículo y ha sido una muerte instantánea», comentó.

Madariaga, que lleva varias décadas en este deporte, se mostró muy abatido. «Ha habido otros momentos duros, pero la muerte de un chaval no la he sufrido nunca», dijo mientras recordaba accidentes graves de corredores de su equipo, como los que sufrieron en su momento Agustín Sagasti, Roberto Laiseka o Alberto López de Muniain.

Un ciclista muy completo

Cabedo, de 23 años, debutó como profesional el año pasado en el Orbea y esta temporada corría en la formación naranja. Sus mejores resultados fueron la victoria parcial en la cuarta etapa de la Vuelta ciclista a Asturias, el mismo puesto que en la Klasika Primavera, y el noveno en el Campeonato de España en ruta, todos en 2011 y como corredor del Orbea.

Madariaga le define como un corredor «muy completo», que se defendía bien en todos los terrenos. Cabedo había avanzado sus posibilidades al ganar en 2010 en Eibar el prestigioso Memorial Valenciaga en aficionados y al terminar en muy buena condición este año el Giro de Italia, su primera gran vuelta por etapas.