Marcelo Bielsa, fiel a su estilo de no esconder cartas en la manga, avanzó ayer que el once de esta noche ante los israelíes del Hapoel Kiryat Shmona -243º en el ránking UEFA- será el mismo que saltó al césped de Cornellá-El Prat, con la novedad de Xabi Castillo en el lateral izquierdo en lugar del lesionado Iñigo Pérez. Es decir, por primera vez esta temporada, el carril zurdo lo ocupará un jugador específico para ese puesto. El técnico rosarino también confirmó lo que parecía cantado, que Fernando Llorente verá el partido de inicio desde la banqueta; Bielsa, sobre el recibimiento que La Catedral pueda dispensar al `9', se limitó a pronosticar que «el fútbol estará por encima de todas estas cuestiones».

«Estamos empezando a construir lo que el año pasado costó tanto consolidar», se refirió el argentino al ser cuestionado sobre sus recuerdos de la pasada competición europea. Estreno en la fase de grupos de la Europa League esta noche ante el rival más asequible, aunque Marcelo Bielsa sostenga que «nunca imagino un partido en el que un rival por desconocido pueda ser accesible». Un `enemigo' con «buen trato de balón», resaltó, y con jugadores con buenos recursos técnicos. Frente a ellos, un Athletic donde finalmente al técnico le ha parecido «atinado» que De Marcos juegue en mitad de la cancha y dar así la alternativa al inédito Xabi Castillo en el lateral izquierdo.

Con lo que de momento no comulga es con la idea de poner de inicio a Llorente y Aduriz, aunque «no descarto la posibilidad de que puedan empezar los dos» en posteriores encuentros. «Aduriz enlaza muy bien el medio campo con la zona ofensiva y Llorente si no está obligado a defender, juega mejor». Precisamente, el rosarino glosó la aportación del ariete donostiarra, un futbolista al que no pidió este verano, pero que parece le ha convencido del todo.

«Yo valoro al futbolista que convierte, pero hay goleadores que permiten al equipo aumentar su capacidad ofensiva y goleadores que lo impiden aunque ellos conviertan. Para mí, los importantes son los primeros y Aduriz es de esa naturaleza de jugador, y ahí tiene un punto en común con Llorente», valoró.

Jugar con los dos de inicio sería ya demasiado para Bielsa, al que todavía le ronda en la cabeza la vorágine de cambios que terminó por incidir de manera negativa en el equipo ante el Espanyol. Ayer, el propio preparador lo reconoció. Desgranó los porqués de cada uno de los movimientos de jugadores sobre el terreno de juego, desde la posición de Gurpegi en el eje de la defensa de tres porque «valoro mucho la capacidad de anticipo y de intuición», a la de Mikel San José como enganche por disponer de «un pase agudo que elimina rivales con el pase», a Iturraspe en la segunda mitad como primer central por dar una mayor salida de balón.

«El otro día el equipo rival nos exigió adaptarnos y yo realicé demasiadas variaciones en la búsqueda de una solución. Si bien cada una de las decisiones, desde mi óptica, tienen una explicación entendible, la suma de cambios no ha favorecido la estructura defensiva», asumió.

El Hapoel, «a estar a la altura»

Pero el Espanyol es ya historia y ahora toca empezar a enmendar errores ante un desconocido equipo israelí que lleva una racha de cuatro partidos europeos sin ganar fuera de casa, frente a los once que suma el Athletic en UEFA sin perder en su propio feudo, desde aquel fatídico 0-3 ante el Werder Bremen.

El Ironí Kiryat Shmona deambulaba hace doce años por la cuarta división israelí y hoy es campeón del país, tras una exitosa temporada que comenzara, como resumió un diario del país, con «un portero de segunda división, un defensa a punto de colgar las botas y un desconocido delantero que llegaba de Chipre». Este último es David Solari, hermano del exmadridista Santiago Solari, que no estará para este encuentro.

Ayer, su técnico, Guili Landau, confesó que irse de Bilbo con un empate sería para estar contentos, aunque su capitán, Adrian Rochet, fue más allá y aseguró que la idea con la que llegan es la de «si es posible, buscar lo máximo», que es «ganar».

El equipo israelí, en palabras de su entrenador, viene a San Mamés a «estar a la altura» del encuentro «tomando parte activa, no solo estando de espectadores». Un Landau que dijo sentirse «orgulloso» de medirse a Marcelo Bielsa: «Me parece importante e impresionante enfrentarme a él». Anuncian batalla. Veremos si la dan o no.