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Análisis | la portería rojiblanca

El peso del arco de San Mamés

El autor del artículo, entrenador de porteros del Mamelodi Sundowns sudafricano desde 2010 y responsable del blog con su nombre donde narra sus vivencias futbolísticas en aquella tierra, fue también preparador de porteros en Lezama.

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Jon PASCUA IBARROLA Entrenador profesional de porteros

Tras cumplirse el 50 aniversario del debut de Iribar en la portería del Athletic, este diario me propuso escribir un artículo sobre la siempre cuestionada portería del club de nuestros amores. ¡El eterno debate de la portería! Muchos quizás lo hubieran titulado «La sombra de Iribar es alargada»; otros en cambio hubieran buscado un encabezamiento haciendo referencia a otro ídolo, Zubizarreta. Sinceramente, estos dos nombres nada tienen que ver con este debate.

El cuestionar la portería rojiblanca ha pasado a convertirse en un hábito para una parte de los aficionados, en una cuestión sobre todo de conducta y actitud, que nada tiene que ver con el pasado. Viendo un poco nuestra trayectoria, me da la sensación de que somos una máquina trituradora de porteros.

Por poner unos ejemplos y llevando un poco la vista atrás, voy a citar los nombres de Juanjo Valencia, Imanol Etxeberria, Iñaki Lafuente y el último de ellos, Dani Aranzubia, el eterno cuestionado y el caso más sangrante. Porteros en todo caso más que sobradamente preparados para defender la puerta del Athletic. Porteros que mostraron un gran nivel durante las temporadas que el equipo también hizo, y ofreciendo una peor cara en los momentos en los cuales sus compañeros tampoco respondieron. Porteros, en todo caso, con una trayectoria paralela a la del equipo.

Ahora parece que para cierto sector el foco de atención es Gorka Iraizoz. Sinceramente, creo que así no ayudamos. Personalmente, considero que es un portero que tiene muchas, y digo muchas, más cosas positivas que negativas. Pero en estos momentos y desde un tiempo atrás me da la sensación de que tan solo estamos pendientes de sus errores, magnificándolos una y otra vez, a la vez que minimizamos sus aciertos, que por otro lado han sido muchos.

La pregunta no es si todos los arriba citados, incluido Gorka, tenían, tienen o no, la calidad suficiente para defender la portería del Athletic. La pregunta es si alguien es capaz de llevar esa presión, hacer oídos sordos a las críticas y abstraerse de una situación que de ninguna manera puede tener efectos positivos en su rendimiento. Y por favor, no lo justifiquemos con comentarios como «con lo que cobra tiene que saber llevar la presión». El sueldo y precio que a menudo nos vemos obligados a pagar por los jugadores que nos interesan, vienen condicionados por nuestra idea de mantener una filosofía única en el mundo.

Para cualquier jugador, cuando salta al terreno de juego, es mucho más fácil hacer bien su trabajo cuando se siente querido, respetado y valorado, nada diferente respecto a cualquier otro tipo de trabajo, ni más ni menos. Nuestros jugadores nos pueden gustar más o menos, pero lo que es cierto es que jugamos con lo que tenemos y con lo mejor que podemos tener. Y en estos momentos, no tengo ninguna duda de que esos son Gorka Iraizoz y Raúl Fernández-Cavada. Esta debe ser nuestra actitud, y no la de poner encima de la mesa nombres de otros porteros, ni hacernos trampas al solitario tratando de encontrar abuelos y tatarabuelos vascos por el resto del universo. Me viene a la cabeza el nombre de un portero francés, perdón, quizás debería decir vasco-francés, ya no lo sé, estoy un poco liado con las fronteras. Tampoco es aconsejable hablar de lo que viene y no viene por abajo.

El año pasado había que esperar a Aitor Fernández, este año en cambio a Kepa Arrizabalaga. Seamos pacientes y demos tiempo al tiempo, sin crear demasiadas expectativas con jóvenes valores con una gran proyección pero que no son aún realidades. Ni es bueno para ellos ni lo es para nosotros. De lo que no tengo ninguna duda es de que nuestros actuales porteros de la primera plantilla están al mismo nivel de nuestros jugadores de campo, la única diferencia existente es el `rasero' con el cual los evaluamos. Soy de la generación del 72 y he vivido esta misma situación en San Mamés en muchas ocasiones, el temido `runrún', el más temido de todos los `runrunes' porque por desgracia proviene de tu propia casa. Muchas veces, mientras observaba algún partido, pensaba: ¿Qué deben de sentir ahí abajo? El componente emocional es fundamental a la hora de tomar decisiones en el campo, decisiones, además, que deben ser tomadas en décimas de segundo. Recuerdo tener la sensación de que Dani Aranzubía jugaba siempre `fuera de casa'. No lo sé, quizás sean percepciones mías y esté equivocado.

Antes de terminar me gustaría contar una breve historia: Tras mi salida del Athletic y desde hace ya 3 temporadas, me encuentro trabajando como entrenador de porteros en un equipo de la Premier Soccer League Sudáfricana. Un fútbol en el que el 99% de los jugadores y del público asistente son personas de color. Casualmente, uno de nuestros porteros, Wayne Sandilands, es blanco, razón por la cual el debate siempre esta ahí a las primeras de cambio. Aún con todo, durante mi primera campaña en el club (2010-2011) fue nombrado mejor jugador de la temporada. En el inicio de la temporada pasada (2011-2012) un empate y una derrota con dos goles `dudosos' saltaron de nuevo las alarmas, y los aficionados presionaban para el cambio, pidiendo su `cabeza'.

Apenas en la 4ª jornada de liga, en la que nos enfrentábamos a uno de nuestros grandes rivales, Orlando Pirates, todos los ojos estaban puestos en él. Había unos 40.000 espectadores. Ya en el terreno de juego, durante el calentamiento previo al partido, podía sentir su tensión y la preocupación en su semblante, algo normal pues es humano. Me acerque a él, sonreí y le dije: «Olvídate de todos estos, no nos van a hundir. Entrenas con honestidad todos los días, tratas de hacerlo lo mejor posible, no hay nada de que preocuparse. Si van a venir a quejarse ¡que no vengan! Que se queden en sus casas. Si no nos van a ayudar, no los necesitamos. Juega por la gente que te quiere, hazlo simple y disfruta».

Al final de aquella temporada se llevó de nuevo el premio al mejor portero de la Premier Soccer League Sudafricana. Hoy en día, sigue siendo el portero titular de Sundowns y continúa siendo un fijo en las convocatorias de la selección.

No soy quién para criticar o evaluar los comportamientos de los demás, suficiente tengo con preocuparme de los míos propios, pero lo que sí sé es que desde siempre, la afición del Athletic ha sido catalogada como una de las mejores del mundo, no en vano nuestro estadio es conocido como La Catedral. Hagamos pues que lo siga siendo, comenzando por valorar a los nuestros, a los de nuestra propia casa, que en definitiva son los que realmente tenemos y a los que realmente queremos y necesitamos. El eterno peso del arco de San Mamés, ojalá desaparezca con el estadio.

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