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La oposición afirma que Siria vivió el miércoles la jornada más sangrienta

Más de 300 muertos el pasado martes supusieron, según la oposición siria, la jornada más sangrienta desde que comenzó el conflicto en el país árabe. El balance se hizo público mientras en la ONU la Asamblea General debatía sobre Siria y algunos países ponían la intervención sobre la mesa. La propia ONU alertó de que espera que para fin de año 700.000 sirios hayan huido de la guerra a países vecinos.
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Al tiempo que el conflicto sirio se encontraba bajo la atención de los principales líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, la oposición siria denunció que la jornada del miércoles fue la más sangrienta en los 18 meses desde que comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar al Assad. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que 305 personas, en su mayoría civiles, murieron en todo el país.

«Se trata del balance más grave registrado en una sola jornada desde marzo de 2011. Y eso contando solo a las personas identificadas. Si se cuenta los cuerpos no identificados, el balance sería aún mayor» afirmó el líder del OSDH, Rami Abdel Rahmane. «¿Qué le hace falta al mundo para ayudar al pueblo sirio? Hay cientos de muertos cada día», añadió. Entre los 305 muertos figuran 199 civiles, según este organismo opositor con sede en Gran Bretaña.

Todas las organizaciones coincidieron en que el mayor número de víctimas se registró en Damasco y su periferia, aunque también hubo muertos en otras provincias como Deir al Zur, Deraa, Hama, Alepo, Homs, e Idleb.

Esos sucesos coincidieron ayer con un doble atentado contra la sede del Estado Mayor de la Defensa en Damasco, que se cobró la vida de cuatro guardias del edificio y que fue reivindicado por el grupo islamista Tajamo Ansar al islam y por Ejército Libre Sirio (ELS).

Ayer otro grupo jihadista, el Front al-Nosra, reivindicó también el atentado señalando que fue cometido por cinco de sus militantes, uno de ellos como kamikaze. Asimismo, el periodista Maya Nasser, corresponsal de la televisión oficial iraní en inglés PressTv, murió en la misma zona, tiroteado por un francotirador poco después.

El balance de la oposición se hizo público cuando en la ONU EEUU pidió al Consejo de Seguridad «intentar otra vez» encontrar un acuerdo para poner fin al derramamiento de sangre en Siria, mientras el líder de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi criticó los desacuerdos en el seno de este organismo, donde los occidentales y países árabes reclaman la salida de Bashar al Assad mientras Rusia y China rechazan la injerencia externa.

En la Asamblea General de la ONU Qatar pidió abiertamente una intervención militar y Túnez propuso crear una fuerza de paz árabe.

700.000 refugiados

Mientras el conflicto se enquista, los sirios huyen del país. La ONU calcula que a finales de año serán ya 700.000 los refugiados en países vecinos. Las cifras estimadas por la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, se han ido constantemente elevando a lo largo del año, así como el dinero que precisa para atenderlos.

«El ACNUR estima que más de 500.000 sirios han huido a países vecinos y cerca de 300.000 se han presentado hasta ahora para inscribirse y recibir ayuda», señaló esta agencia de ayuda a los refugiados

Frente a esta situación la ONU demanda 487,9 millones de dólares (379,2 millones de euros) para ayudar a casi 710.000 hasta fin de año. «Es una cifra planificada, basada en las tendencias», explicó el coordinador de ACNUR para los refugiados sirios, Panos Moumtzis. Añadió que «entre 2.000 y 3.000 refugiados atraviesan la frontera cada día hacia Turquía, Siria, Líbano o Irak». El 75% son mujeres y niños. «La mitad tiene menos de 18 años y un quinta parte menos de cinco», explicó el responsable de Unicef, Dermot Carty.

«Estamos sin tiempo. -advirtió Moumtzis- Muchos refugiados llegan con solamente sus prendas de vestir». Las agencias humanitarias muestran su preocupación por la próxima llegada del invierno.

Los insurgentes anuncian una «ofensiva definitiva» en Alepo

Los insurgentes sirios lanzaron ayer un nuevo ataque coordinado en Alepo en lo que prometieron que sería una «batalla decisiva» para expulsar a los soldados y milicias afines al régimen. Dos meses después de que comenzara la batalla por esta ciudad, no han conseguido avanzar de sus bastiones, ni los bombardeos del Ejército expulsarlos. En los últimos días los insurgentes han mostrado signos de que el tiempo corre en su contra y se quejan de falta de armamento. «Todos los rebeldes y brigadas» están al tanto de que ha llegado «la hora cero», declaró un portavoz de la Brigada Tawheed, Abu Firas. La oposición cifró en cientos el número de combatientes que se han sumado a la ofensiva, mientras según la televisión siria los «terroristas» estarían perdiendo terreno.

Un vídeo difundido a través de YouTube muestra a un comandante de la Brigada Tawheed que anuncia el comienzo de la lucha. «El ataque contra las fuerzas de Al Assad ha comenzado en todos los frentes y la voluntad de Dios será decisiva en Alepo», transmite a sus subordinados, para acto seguido advertirles de que no maten a quienes se rindan.

La referencia a Dios no es baladí ya que los grupos jihadistas juegan un rol cada vez más importante por la motivación de sus militantes y su experiencia técnica. «Su gran fuerza es que no temen morir», asegura un jefe de una brigada del ELS, que relata como uno de estos mujahidin avanzó al descubierto bajo los disparos de un francotirador hasta el pie del edificio donde se encontraba y lo mató. «Ninguno de mis hombres puede hacer eso», añadió. GARA

siete veces más

La ONU había calculado en marzo que para fin de año habría 100.000 sirios refugiados en países vecinos. Pero las previsiones se han multiplicado por siete. «Tenemos 141 millones de dólares de los 487 millones que se necesitan», alertó ACNUR.

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