Caja Laboral Baskonia cae en Zaragoza
El Baskonia pone su empeño en estrenar la Liga con derrota
Demasiada blandura defensiva entre los gasteiztarras, siempre a remolque de un CAI Zaragoza más regular. Nocioni y Rochestie trajeron las mejores noticias.
CAI ZARAGOZA 88
CAJA LABORAL BASKONIA 75
Arnaitz GORRITI
El Caja Laboral Baskonia inició la temporada 2012/13 con una derrota en Zaragoza. A pesar de las indudables virtudes que llegó a mostrar por momentos la escuadra baskonista -sobre todo traducibles en nombres propios, como un Andrés Nocioni desequilibrante de veras y también Taylor Rochestie- el juego colectivo alavés realizó un empeño serio en no ganar ayer. Blandura defensiva, fallos en ataques clave y demasiada inconsistencia. Mientras sirva para detectar los errores y mejorar de cara al futuro -y se incorporan las bajas-, ni tan mal.
Para empezar, la defensa baskonista está en mantillas. Las puertas atrás, las penetraciones «hasta la cocina» o los palmeos fueron el pan de cada día en la retaguardia gasteiztarra, algo que aprovecharon Norel, Stefansson o Aguilar. Dusko Ivanovic suele hacer hincapié en la necesidad de apretar atrás y no le falta razón, porque de seguir con esta blandura atrás, será complicado que el Caja Laboral Baskonia logre sus objetivos.
Por contra, el ataque fue la otra cara de la moneda. Con la ausencia de Causeur que no viajó con la expedición, pero la presencia de un Lampe que tuvo unos pocos minutos, los gasteiztarras supieron hallar soluciones merced a un juego tan sencillo como efectivo. Y variado. Por ejemplo, Rochestie y Hernández-Sonseca explotaron una sociedad que dio beneficios merced a la buena mano de los dos jugadores y la rapidez en el pase del base nacionalizado montenegrino. Otro tanto de lo mismo se puede decir con la pareja formada por Pleiss y Heurtel, aunque este dúo fue más inconsistente que el otro.
Pero ante todo brilló Nocioni. Gracias a su buena mano -el alero de Santa Fe está a muy gran nivel, tanto como alero como de ala-pívot- mantuvo a los de Ivanovic cerca en un marcador que le fue adverso durante toda la primera mitad, llegando 46-42 al decanso.
La oleada gasteiztarra, inefectiva
Las cosas cambiaron a mejor tras la charla de los vestuarios. Aunque el Caja Laboral Baskonia aún permitía penetraciones por el centro, su intensidad defensiva era mejor, y jugadores como Oleson, San Emeterio o Nemanja Bjelica entraban en juego -luego desaparecerían- para darle a los de Ivanovic su primera ventaja: 48-50, tras una canasta de Nocioni, superando por velocidad a Aguilar.
Pero esa oleada gasteiztarra no fue del todo efectiva. Los hombres de José Luis Abós también apretaron, sobre todo cuando se vieron abajo 56-60. Asimismo, Hernández-Sonseca mostró su carácter «bipolar» errando tiros a medio metro del aro y dejándose ganar por un pívot tosco como Jones. Además, se acabó el idilio triplista del Baskonia, que se encontró nuevamente abajo, 63-60 al inicio del último cuarto, tras un triple de Toppert sobre la bocina.
Y Llompart decide
La escuadra maña, al son del «sitio de Zaragoza», decidió no parar en su embestida y volvió a tomar renta, adelantándose 68-61 merced a un parcial de 12-1. Tras una serie de ataques fallados, los entrenadores llamaron al orden a sus muchachos.
Las cosas siguieron igual durante varios minutos. Norel anotaba un tiro libre y el Baskonia anotaba su primera canasta en juego de la mano de Nocioni. Rochestie mantenía a los gasteiztarras con un triple: 71-66.
Entonces emergió Llompart. El exjugador de Alicante se hizo el amo del partido a base de penetraciones y tiros libres. Mientras, al Baskonia le entraban las prisas y se le agotaban las pilas. Pleiss cometía la quinta falta y Bjelica veía una técnica de pura impotencia. Demasiado empeño en perder como para ganar.
Varios de los jugadores clave de los gasteiztarras no terminaron de aparecer. Hombres como Oleson, San Emeterio o Nemanja Bjelica apenas ofrecieron destellos, para desaparecer al final. Muy poco para su nivel.
El Caja Laboral Baskonia estuvo en la brecha hasta los minutos finales, hasta que el base aragonés Pedro Llompart entró en ebullición. La defensa baskonista no encontró la manera de pararlo y terminó por ceder.
«Ya les dije a los jugadores. Nos falta gente, pero no perdimos por eso, sino porque no estuvimos al nivel. Rochestie sí jugó bien y que Lampe jugara fue un grave error mío, pero los demás jugadores debieron dar más».
Así de claro y tajante se refería Dusko Ivanovic tras el estreno liguero. «Rochestie es base, pero también jugó de escolta porque los demás aleros no dieron el nivel», añadió.
Por lo demás, reconoció que hubo oportunidades para ganar a pesar de todo, pero que echó en falta mayor «paciencia. No solo fallamos tiros solos, sino que fuimos presa de demasiada precipitación en ataque», afirmaba. A. G.