Patxi Zabaleta, Asun Fdez de Garaialde, Txentxo Jimenez Miembros de Aralar y parlamentarios de NaBai (*)
La herencia de NaBai
En NaBai no nos hemos calificado nunca como ni-nacionalistas ni-no- nacionalistas, sino todo lo contrario, nacionalistas y no nacionalistas puestos de acuerdo con base en un programa común progresista y de izquierda
Nafarroa Bai -NaBai- constituyó hace casi nueve años un intento arriesgado, difícil y novedoso, que sin embargo ha contribuido a cambiar de forma irreversible el mapa político de Navarra. NaBai ha sido la demostración práctica de que la sociedad de Navarra está preparada, necesitada y ya tiene decidido un cambio con respecto a los sucesivos gobiernos de UPN. Cambio, que para ser cambio de verdad, tiene que ser de carácter democrático y no excluyente, o sea integrador de las identidades abertzales y progresistas y de izquierda.
NaBai ha sido la primera fuerza abertzale, que ha logrado ser la segunda fuerza política de toda Navarra con casi 80.000 votos. Además Aralar ha efectuado a la política vasca a través de NaBai aportaciones trascendentales en materia de paz, de territorialidad, de derecho a decidir, de transversalidad y sobre todo, de alternativa progresista y de izquierda.
Desde la satisfacción de haber promovido NaBai y de lo que ha sido y posibilitado, ha de reconocerse que este proyecto está ya agotado. Ciertamente no deja de ser patético el empeño de GeBai de querer cobrar la herencia antes de que haya muerto el causante, de quien se pretende heredar. Es regla general que, cuando se pretende heredar de quien no ha muerto, se le mata.
En la herencia de NaBai, además de sus ideas, de su historia y de sus propuestas está su espacio y sus votantes y este es el punto clave, el de las y los votantes. ¿Dónde irán y quién se los llevará? ¿Qué dicen ellas y ellos? Están las últimas elecciones; cierto. Pero ahí está también el dato de que más del 90% de los votantes de NaBai se afirman de izquierdas, se afirman abertzales y se afirman progresistas. Las encuestas confirman repetidamente la conformidad y satisfacción de los votantes con las políticas desarrolladas por NaBai en el Parlamento, que han sido políticas de izquierda, de paz entre iguales, de normalización democrática y de progreso, de compromiso contra la corrupción.
Es legítimo y sería hasta deseable que en Navarra el PNV ocupase el espacio socio-político que ocupa en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, que aquí lo tiene aprehendido UPN. Pero existe un hecho obvio e incontrovertible, que es el de que las navarras y navarros son normales, ¿o no?. En Navarra, igual que en la CAV, igual que en cualquier otro sitio del mundo la gente tiene diferentes ideologías y hay navarras y navarros de izquierda y de derecha. ¡Faltaría más! Por lo tanto son inventos de TBO aquellas fuerzas políticas, que no quieren declararse ni de izquierdas, ni de derechas.
Por cierto, la base identitaria de NaBai no era la propia negación de identidad sino la transversalidad. En NaBai no nos hemos calificado nunca como ni-nacionalistas ni-no-nacionalistas, sino todo lo contrario, nacionalistas y no nacionalistas puestos de acuerdo con base en un programa común progresista y de izquierda, que aceptaba el PNV, aunque fuera diferente y hasta contrario a lo que defendía en la CAV. El punto de encuentro identitario tiene que ser la aceptación de Navarra como ámbito de decisión. La terminología de sujeto o no-sujeto no está en la línea del acuerdo pluralista y transversal.
¿Quién heredará NaBai? Sin duda ninguna, el pueblo, la gente, las navarras y navarros, que le han dado su voto. Son en su mayoría de izquierdas y eso se huele y será por eso que recientemente GeBai, incluido el PNV, haya sacado dos notas afirmando que seguirán haciendo políticas de izquierdas (sic). El pobre Urkullu se podría quedar aún más triste si lo leyese, pero eso es lo que hay. Ese es el sentir de la mayoría de votantes de NaBai y a ellos pretenden dirigirse. La diferencia ahora con respecto a NaBai es que los jeltzailes no se acomodan a la mayoría, sino que imponen, mandan y dirigen.
Aralar impulsó en 2004 el sacar al PNV de la situación de fuerza extraparlamentaria, con la convicción firme de que convenía que el sector abertzale de Navarra tuviese una representación de centro-derecha, que ocupase similar espacio político al que ocupa en la CAV. Lamentablemente en Navarra los jeltzales vuelven a obstinarse en disputar a la izquierda abertzale plural la hegemonía del sector abertzale, lo que obviamente no es un acierto...
La política navarra ya es diferente. En parte por NaBai. La herencia de NaBai pertenece a sus votantes, es decir al pueblo. Ni EH Bildu, ni GeBai son herederos de NaBai, sino que son sus votantes. Y es obvio que la inmensa mayoría de las y los votantes de NaBai son de izquierda frente a los recortes, el TAV, por el respeto al medio ambiente y Aranzadi y están por la paz, la normalización democrática y el derecho a decidir de Euskal Herria y Navarra.
(*) Coordinador de Aralar y portavoz del grupo parlamentario de NaBai, coordinadora de Aralar Nafarroa y parlamentaria de NaBai y excoordinador de Aralar Nafarroa y parlamentario de NaBai, respectivamente