Un golpe de castigo transformado por Boyet en el descuento sirvió para que el Aviron sumase su segunda victoria de la temporada, lo que le va a permitir trabajar con más tranquilidad durante la semana.

El Biarritz, por su parte, ha bajado su rendimiento y comienza a preocupar, ya que con la de ayer perdió su tercer partido consecutivo y pese a sumar un punto defensivo, no sirve de alivio para sus seguidores. El choque no fue bueno, pero la mayoría de los derbis no lo son y ayer no fue una excepción, aunque como siempre la emoción duró hasta el final del encuentro y los aficionados lo pasaron bien.

Los locales se adelantaron con un golpe de castigo transformado por Barraque, aunque la reacción de los de Baiona fue inmediata al marcar un ensayo transformado y colocarse 3-7 por delante en el electrónico.

Con el marcador en contra, los locales trataron de llevar la manija del encuentro, pero los de la capital supieron hacer su partido, aunque a punto estuvieron de perderlo. García aumentó las diferencias y a los locales no les quedó otro remedio que arriesgar. A falta de tres minutos para el final del choque, Peyrelongue le daba la vuelta al marcador y parecía que dejaba sentenciado el choque, pero no fue así, ya que en la última jugada los jugadores del Aviron Bayonnais aprovecharon su oportunidad para ganar y llevarse cuatro puntos, que saben a gloria.