El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, presentó ayer a Turquía como «una potencia en ascenso democrático« y afirmó que su Partido Justicia y Desarrollo (AKP) se ha convertido en un ejemplo para el mundo musulmán después de una década en el poder.

Ante miles de miembros del AKP y de líderes regionales en un congreso del partido celebrado en un estadio deportivo en Ankara, el primer ministro afirmó que la era de los golpes militares en la nación ha terminado, unos días después de las condenas dictadas contra más de 300 militares golpistas.

Pese a la persecución de intelectuales, políticos y periodistas kurdos que ha aumentado en los últimos meses, y al endurecimiento de las campañas militares en Kurdistán, durante su discurso se comprometió a forjar una constitución más diversa y pasar una nueva página en las relaciones con los kurdos. «Nos llaman demócratas conservadores. Hemos centrado nuestro cambio en los derechos fundamentales y la libertad», declaró Erdogan. «Esta postura ha ido más allá de las fronteras de nuestro país y se ha convertido en un ejemplo para todos los países musulmanes» añadió.

La nueva Ejecutiva debe remozar el partido y llevarlo, según pretende Erdogan, como formación hegemónica hasta el año simbólico de 2023, cuando la República turca celebra su primer centenario. Entre los invitados se encontraban el presidente de Egipto, Mohamed Mursi, quien le agradeció el apoyo prestado en la rebelión contra el dictador Hosni Mubarak; el presidente de Kirzguistán, Almazbek Atambayev y el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.

También el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, alabó a Turquía por haber «mostrado la cara brillante del Islam. Erdogan, usted no solo es ahora el líder de Turquía, usted es un líder en el mundo musulmán también», añadió.

Islamofobia

Por otro lado, Erdogan condenó lo que llamó «islamofobia» europea, y especialmente a Alemania y al Estado francés. En este sentido rechazó que obras como la película que ridiculiza a Mahoma puedan considerarse parte de la libertad de expresión.

A su vez, hizo un llamamiento a los musulmanes del mundo a mantener reacciones «equilibradas» en sus protestas.