Un tiroteo con militares aliados eleva a 2.000 las bajas de EEUU en Afganistán
Otro intercambio de disparos entre fuerzas de la OTAN y el Ejército afgano dejó cinco muertos y elevó a 2.000 el número de bajas de Estados Unidos en once años de ocupación.
GARA | KABUL
Un tiroteo entre las fuerzas ocupantes de la OTAN (ISAF) y miembros del Ejército afgano causó la muerte de un soldado estadounidense y de un contratista civil que trabajaba para el Ejército ocupante ,así como de tres militares afganos.
«Lo que inicialmente fue informado como un supuesto ataque del interior ahora se entiende como (un tiroteo) con la participación de los insurgentes», informó la ISAF en un comunicado.
«El incidente se produjo cuando la ISAF tomó un puesto de control cerca de una unidad temporal del Ejército Nacional Afgano (ANA)» en la provincia de Wardak, al oeste de Kabul, explicó.
«Después de una breve discusión entre los miembros de la ISAF y la ANA, comenzaron los disparos, en los que resultó muerto un soldado de la ISAF y un civil. En el tiroteo posterior, murieron tres soldados afganos», según el comunicado
No aclaró quién disparó primero y el general Adrian Bradshaw, subcomandante de la ISAF, se negó a contestar a esta cuestión y salió de la habitación durante una rueda de prensa.
«Un malentendido provocó el incidente», afirmó el general Daulat Waziri, portavoz adjunto del Ministerio de Defensa de Afganistán. Añadió que ha comenzado una investigación para determinar si los insurgentes estaban involucrados.
En cualquier caso, supone que Estados Unidos ha alcanzado ya las 2.000 bajas entre sus fuerzas, en once años de ocupación. El número de muertes ha aumentado en los últimos meses y debido sobre todo a «fuego amigo» o al menos ataques procedentes de las propias filas del Ejército o la Policía afganos. Este año más de medio centenar de soldados de la OTAN han muerto bajo estas circunstancias, lo que pone en cuestión la estrategia de salida de las fuerzas ocupantes, que debería estar concluida a finales de 2014.
Hasta entonces su objetivo era entrenar a las fuerzas afganas para que asuman la seguridad del país, pero los ataques les ha llevado a suspender estos entrenamientos.
La muerte del soldado estadounidense parece consecuencia directa de la pérdida de confianza entre las fuerzas de seguridad afganas y sus aliados occidentales. «Honestamente, estoy muy enfadado», reconoció el general John Allen, comandante de la ISAF en una entrevista al programa «60 minutos» de la CBS. «Estamos dispuestos a sacrificar mucho por esta campaña, pero no estamos dispuestos a ser asesinados por ella», afirmó y añadió que «la mayoría de los afganos» están con la ISAF.
Los disparos desde el interior «nos complican singularmente el trabajo» porque «han minado la confianza que debe existir entre las unidades afganas y las de la coalición», observa el general francés Olivier de Bavinchove, jefe de Estado Mayor de la ISAF y número 3 en el mando de la coalición. «Una de las razones profundas de los «green on blue» («verde en azul», nombre que reciben de este tipo de ataques entre los militares ocupantes), es una cuestión de educación. Los afganos están habituados durante siglos a regular sus conflictos por la violencia, incluidos los problemas domésticos», indica. GARA
