El relevo en el cuerpo técnico, la reducción drástica de presupuesto, la marcha de jugadores importantes, la llegada de una decena de fichajes, el rejuvenecimiento de la plantilla... El cambio de ciclo deportivo y las consecuencias de las estrecheces económicas, a las que el Eibar no es inmune, rodearon de incógnitas el verano azulgrana. Dudas con las que ni siquiera acabó el convencimiento con el que su nuevo entrenador Gaizka Garitano aseguró, en el mismo momento en que accedió al cargo, que el objetivo volvía a pasar por la disputa del play-off.

Pero esta vez apenas ha habido trecho del dicho del técnico al hecho de su equipo. En seis jornadas, el Eibar se ha situado ya en la zona privilegiada de la clasificación, con un juego que mejora cada semana. El sábado, además, recibió el espaldarazo que supone superar con claridad a un líder que, hasta pasar por Ipurua, se había mostrado absolutamente intratable. El play-off ya no es un tabú.

Aunque en el equipo reconozcan que «todavía es demasiado pronto como para hablar de nada con seguridad. Pero es verdad que las sensaciones son buenas, que cada vez nos acercamos más a lo que quiere el entrenador y que ganamos en confianza día a día», subraya Mikel Arruabarrena. El ariete admite que pocos esperaban que «empezáramos tan bien, habiendo cambiado tantos jugadores, con mucha gente joven... Pero el equipo está funcionando y, aunque todavía es muy pronto, es importante que estemos ya en esos primeros puestos. Y, sobre todo -insiste-, cada día tenemos más confianza».

Algo en lo que influyen partidos como el del sábado porque aunque, validando el tópico, todas las victorias valgan tres puntos, conseguirla ante «uno de los mejores equipos de toda la categoría, que seguro que estará arriba, que tiene un montón de jugadores con experiencia en categorías superiores, que venía con esa racha..., siempre te da algo más. Nos demostró que podemos dar la cara ante cualquier rival y que estamos capacitados para competir con cualquiera. Y además el partido nos dejó muy buenas sensaciones y nos permitió seguir ahí arriba. Es pronto y todavía pasaremos buenos momentos y también malos momentos, pero ayuda».

Junto a actuaciones como la del sábado y los trece puntos que ha sumado ya el equipo, la actitud de Garitano también ha resultado fundamental en la evolución del equipo. «En verano hubo bajas importantes, que incluso todavía se echan en falta, y vino mucha gente nueva, que se ha adaptado muy bien pero que requiere su tiempo para que todos nos compenetremos, también mucha gente joven... Es normal que hubiera dudas en torno al equipo. Pero el entrenador nos ha mostrado toda su confianza desde el primer día, no solo era un discurso de cara a la galería, y nos ha insistido desde el primer día en que tenemos un buen equipo, que podemos hacer cosas bonitas... Y eso los jugadores lo notamos. El sábado mismo, antes del partido, nos dijo que confiaba plenamente en nosotros, que no iba a andar cambiando al equipo dependiendo del rival. Esa confianza cala».

Dejarlo donde lo encontró

Así que Garitano ya no es el único que cree que, por cuarta campaña consecutiva, el Eibar disputará el play-off de ascenso. «Cada día estamos más convencidos. Sabemos que no es fácil, todos los años se quedan fuera grandes equipos, lo que nos debería hacer valorar lo que el Eibar ha conseguido en las temporadas anteriores porque aun teniendo un buen equipo no es fácil. Cada día tenemos más confianza en que volveremos a conseguirlo».

El reto ilusiona especialmente al propio delantero guipuzcoano, cuyo contrato expira el 30 de junio y que aúna objetivos colectivos y personales. «Me gustaría dejar el equipo en el mismo lugar en el que lo encontré. Vine con el Eibar en Segunda A y me gustaría contribuir con mi trabajo, y por qué no con mis goles, a que esta temporada el equipo dé ese paso más y además de clasificarse para el play-off consiga el ascenso». Y aunque cree que con este nuevo Eibar los delanteros pueden tener más posibilidades de lucirse, no quiere caer en la tentación de augurar con cuántos goles contribuirá a ese ascenso. «Espero que sea un número de dos cifras», suspira finalmente.

La semana

Artilleros. Siguen apretadísimas las cosas en la tabla de realizadores. Ibai Ardanaz contribuyó al triunfo del Izarra en el derbi de Tajonar y se sitúa al frente con tres dianas, las mismas que Mata (Lleida) y Mario Barco (UD Logroñés). Les sigue un nutridísimo pelotón, con 18 jugadores que han marcado ya dos.

Estreno. Si hace una semana anotaba su primer gol, el Sestao River celebraba el sábado su primera victoria de la temporada, que le permite abandonar puestos de descenso. También conquistó su primer triunfo el Izarra, al imponerse, precisamente, a un Osasuna Promesas que se convierte en el único equipo del grupo que todavía no ha estrenado su casillero de victorias, lo que le condena al último puesto de la tabla.

Lesiones. Mala semana para los guardametas. Imanol Elias (Osasuna) se fracturó un dedo de la mano durante un entrenamiento con el primer equipo rojillo y permanecerá de baja durante unas tres semanas. Seis meses necesitará Aitor Alcalde (Sestao River), que el pasado viernes pasaba por el quirófano tras confirmarse la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha.

Un descenso más. La Federación Española acordó recientemente que habrá un descenso más a Tercera. Con ello el número de clubes que bajan será de 19, los cuatro últimos clasificados de cada uno de los Grupos, 16, a los que se sumarán dos más, resultantes de las eliminatorias de los 16º en los Grupos I, II y IV y el 17º en el Grupo III. En este play off, donde hasta ahora los dos ganadores se salvaban del descenso y los dos perdedores caían a Tercera, está el cambio. Entre los vencedores habrá un nuevo enfrentamiento en el que solo el ganador se queda.

Recuerdo. La Casa de Cultura Clara Campoamor de Barakaldo acogió el viernes el estreno del documental «Barakaldo nunca se rinde», que recrea el ascenso de los fabriles la pasada temporada y que desde el club se entiende como «un homenaje a todos los que, de una u otra manera, lo hicieron posible».