El líder de Aralar, Patxi Zabaleta, respondió ayer a preguntas de varios periodistas por la polémica abierta sobre el futuro de NaBai después de la expulsión tácita de los dos ediles de Aralar en el Ayuntamiento de Iruñea. Zabaleta respondió que su formación «no da por fallecida NaBai, la marca NaBai constituye una coalición, cada una es un contrato y ese contrato ha sido roto por el PNV y Uxue Barkos, esta ruptura es un hecho y hay que sacar las consecuencias correspondientes».

La fractura de la coalición electoral en la que solo quedan dos de sus cuatro socios originales (tras la marcha de EA y Batzarre) parece a la espera de una negociación interna. Zabaleta reveló que se reunió con el líder del PNV en Nafarroa, Manu Ayerdi, y que este «estaba de acuerdo en la ruptura» y que no propuso ninguna propuesta para intentar sostener la coalición hasta la siguiente cita electoral.

El paso siguiente parece quedar en manos del PNV, después de que Ayerdi adelantara que esta misma semana su partido hará la valoración pertinente sobre la decisión de Aralar de dejarle fuera de las comisiones con más peso dentro del Parlamento. En cuanto a Zabaltzen -los compañeros del PNV dentro de Geroa Bai- poco ha trascendido de su reunión del pasado fin de semana, en la que únicamente se ofrecieron declaraciones al inicio. Sí que fue una reunión para mirar al futuro y avanzar en la construcción de Geroa Bai, pero no hay una postura sobre el futuro inmediato o sobre cómo se trasladará el malestar entre los socios.

A diferencia de lo que ocurre en el Ayuntamiento de Iruñea (donde los dos ediles de Aralar que han dejado el grupo obtienen mejores condiciones por libre que dentro de NaBai), si Ayerdi y Patxi Leuza (Zabaltzen) abandonan el grupo parlamentario, su capacidad de participar de las comisiones y sacar adelante iniciativas se verá muy mermada. En este sentido, Zabaleta asegura que la pérdida de poder de Leuza era «inevitable» y también «justa» tras el ataque sufrido en Iruñea, pero que Aralar no forzará la marcha de sus dos compañeros afines de Geroa Bai. «La decisión corresponde a cada uno de esos parlamentarios que libremente se adhirieron y libremente pueden dejar de pertenecer al grupo, pero hoy somos ocho», apuntó.

Aralar era mayoría tanto en el Ayuntamiento de Iruñea como en el Parlamento, pero dos ediles tránsfugas cambiaron las tornas en la capital, posibilitando el castigo a los dos concejales de Aralar por discrepar sobre las obras en Arantzadi.