Uno de los cuatro jóvenes detenidos en la madrugada del domingo en Bilbo, Eneko Eguren, tuvo que ser trasladado a las pocas horas por agentes de la Guardia Civil al Hospital de Basurto para ser curado de las heridas que, según relataron los militares españoles al personal sanitario, se produjo «al resistirse» al arresto. Tras ser atendido, el santutxuarra regresó al cuartel de La Salve, donde ayer le fue tomada declaración, al igual que a sus convecinos Liher Bilbao e Iker Hernández y al residente en Otxarkoaga Ibon Santamaría, en presencia de un abogado de confianza.

Para hoy, en torno a las 14.00, está previsto, según fuentes jurídicas, que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz tome declaración a los cuatro jóvenes bilbainos. La Guardia Civil, que les detuvo en la madrugada del domingo, los acusa de que iban supuestamente a sabotear un repetidor de Telefónica. A pesar de que, durante el domingo y parte de ayer se repetía que los arrestos se produjeron en Basauri, ayer trascendió desde fuentes policiales que los jóvenes fueron apresados en la finca Lanchin, en el bilbaino Camino de Seberetxe, cuando se dirigían supuestamente a atacar un repetidor de telefonía en la autopista AP-68.

Movilizaciones

Ayer, por la tarde, medio millar de personas participaron en una manifestación que partió de la plaza Kepa Enbeita, en Otxarkoaga, y finalizó en Santutxu. Hoy, a las 20.00, hay convocada una nueva en el Karmelo.

Un grupo de vecinos acudirá a Madrid para arropar a los detenidos y se avanzan nuevas iniciativas en la calle hasta que Bilbao, Eguren, Hernández y Santamaría sean liberados.