Centenares de personas, la mayoría de ellas jubilados y pensionistas, participaron ayer en Iruñea en una concentración de protesta por los recortes y en defensa de su «dignidad» convocada con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Mayor.

El acto fue convocado por las asociaciones ANAPP, Lacarra, Nafarroako Pentsionistak Martxan, Observatorio del Mayor de Navarra, Mayores del 15M y Sasoia, y consistió en una marcha por la Plaza del Castillo tras una pancarta con el lema "Día del mayor. En defensa de nuestra dignidad". Tras finalizar el recorrido, una delegación de los participantes entregó un manifiesto en la sede del Gobierno foral.

En declaraciones a los periodistas, en nombre de las seis organizaciones de pensionistas y jubilados convocantes, el portavoz de Sasoia, Sebastián Rosino, resaltó en que el colectivo de personas mayores «no somos responsables de la crisis. Sabemos claramente quiénes lo son: el sistema capitalista, banqueros, políticos y demás gente nefasta que existe en este país, y no estamos dispuestos a pagar nosotros el pato», declaró.

«Queremos que los servicios sean públicos, gratuitos y de calidad, aunque lo de gratuitos es un decir porque en realidad ya los hemos pagado con nuestras aportaciones a la Seguridad Social y los impuestos», subrayó Rosino.

En este sentido, reivindicó los «puntos claves» de su planteamiento contenido en el manifiesto entregado en la sede del Ejecutivo foral: «Pensiones dignas, ninguna pensión por debajo del nivel de pobreza y servicios públicos gratuitos y de calidad», manifestó.

«Hay que cambiar el sistema»

Rosino explicó que en la actual situación de los mayores navarros predominan las pensiones medias de algo más de 800 euros, aunque también hay «muchas pensiones de 400 euros con las que es imposible vivir». «La ley de dependencia no se cumple, las residencias se han vaciado, la gente saca a las personas mayores para llevarlos a casa y en muchos casos para vivir de esa pensión tres o cuatro personas», advirtió en su retrato de la situación, a la que se une la eliminación de la gratuidad de «un montón de medicinas que según ellos no sirven para nada y según nosotros sí. Y muchas veces son absolutamente necesarias para personas mayores», manifestó.

«Esto no tiene solución. Hay que cambiar radicalmente el sistema», concluyó el portavoz en nombre de los seis colectivos convocantes.