«Arbitrage» fue una de las gratas sorpresas de la Sección Oficial en el recién terminado Donostia Zinemaldia. Nos ha permitido descubrir el enorme potencial del debutante Nicholas Jarecki, formado junto al cineasta maldito James Toback. Sobre todo tiene mucho que aportar como guionista, ya que no se ven en Hollywood argumentos tan bien trabajados como el de su brillante ópera prima.

Igualmente destaca en la dirección interpretativa, al saber sacar partido de Richard Gere en un papel a su medida, el de un tiburón de las finanzas pagado de sí mismo, pero al que en la escena cumbre la muy superior actriz Susan Sarandon pone en su sitio con su sobrada capacidad dramática.

Es el momento revelador dentro del relato, justo cuando se confirma la caída del protagonista, que hasta entonces había vivido de su imagen pública. Es la crisis la que desencadena suficiente tensión interna como para que ya no pueda mantener su falso estatus por más tiempo. A tensar la cuerda contribuye en gran medida el personaje detectivesco incorporado por el inglés Tim Roth, el cual no soporta que los ricos siempre se libren de ir a prisión, por lo que iniciará una guerra sucia contra el hombre de éxito aparente.