La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) confía en que la propietaria de Garoña, Nuclenor, ponga a la venta o adjudique mediante subasta la explotación del reactor para garantizarse «un suministro energético barato y de calidad». Tal pretensión parte del hecho de que la planta burgalesa termina su vida útil en 2013 y, al no cerrarse la polémica instalación «por problemas de seguridad sino por un trámite administrativo» ya que no ha solicitado una prórroga, podría ser vendida.

La gran patronal del Metal pretende compensar con esta operación el impacto del paquete de medidas fiscales que tiene previsto aprobar el Gobierno español para la generación de electricidad, ya que la energía constituye una parte muy importante de los gastos de estas empresas. Así, inspirados por la experiencia de un grupo de industriales finlandeses, quiere explotar el viejo reactor de Santa María de Garoña.

Actualmente, el autoconsumo eléctrico no está recogido en la legislación española, por lo que, según apuntaron a Efe desde la patronal, la energía generada se vendería en el mercado mayorista y de ahí lo adquirirían las industrias. De esta manera, la sociedad que gestionaría la nuclear, propiedad de las industrias, suscribiría contratos bilaterales de venta de la electricidad con esas mismas industrias a precios mucho más bajos que los del mercado.

Esta pretensión empresarial se conoció después de que la Junta de Castilla y León dijera ayer que aún es posible el mantenimiento de la actividad en Garoña más allá de 2013, al no haber presentado Nuclenor el plan de cierre, para lo que tiene plazo hasta noviembre.