Draghi insiste en que el BCE está listo para comprar deuda española
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, insistió ayer en que el programa de compra de deuda soberana «está preparado», siempre vinculado a determinadas condiciones, y que son los respectivos gobiernos los que tienen que tomar la decisión. De esta forma, el único trámite que resta para que se produzca el rescate del Estado español sería la petición formal por parte de su máximo mandatario, Mariano Rajoy.
GARA | LIUBLIANA
Una vez celebrada la reunión del consejo de gobierno en las afueras de Liubliana, Draghi, tras destacar «los esfuerzos que han realizado algunos gobiernos de la zona del euro» en ajustes presupuestarios y reformas económicas, afirmó que en el organismo monetario están «listos con nuestro plan de compra de deuda» para aliviar los problemas de financiación, al tiempo que subrayó que disponen de lo que calificó de «cortafuegos completo y efectivo», aunque con el matiz de que «una vez que los otros prerrequisitos estén también listos».
A juicio de Draghi, los gobiernos de la eurozona han hecho progresos importantes en varios frentes, tanto los países vulnerables como los que están siendo rescatados -Grecia, Irlanda y Portugal-, incluidos los relativos a la consolidación fiscal y a la reformas estructurales, además de corrección de los fallos del sector bancario. «Ahora depende realmente de los gobiernos decidir lo que quieren hacer realmente», indicó.
Reducir el riesgo moral
Por otra parte, Draghi recalcó que las condiciones que se imponen a un país que se beneficie del plan de compra de deuda es «una parte esencial de la activación» del programa del BCE, y que ello tiene varios propósitos. «Reduce el riesgo moral de los gobiernos y protege la independencia del BCE», explicó, al tiempo que aseguró que también mejora las condiciones de los bonos del país objeto de las condicionalidades. «Es un incentivo para que se persigan políticas económicas más amplias y tiene beneficios para todas las partes afectadas», añadió.
Rehusó comentar si el Estado español podrá salir adelante sin pedir ayuda exterior de los programas de rescate europeos, algo que esperan desde hace tiempo los mercados financieros. Sin embargo, sí valoró el plan de reestructuración del sector bancario español y las pruebas de resistencia individualizadas para determinar las necesidades de capital de cada entidad. En este sentido, y en una rueda de prensa marcada por la situación del Estado español y la posible solicitud de rescate, Draghi dijo que «es realmente destacable si se tiene en cuenta cuántas medidas se han anunciado, legislado y aplicado en tan poco tiempo».
Destacó además que este estado ha cubierto casi el 90% de sus necesidades financieras este año y muchas compañías han aprovechado el efecto positivo del anuncio del plan de compra de deuda del BCE para hacer emisiones. Además, el presidente del BCE dijo que «en España se ha reducido este mes la dependencia de los bancos de la financiación del banco central».
Por otra parte, el consejo de gobierno del BCE anunció ayer su decisión de mantener los tipos de interés rectores para la zona del euro en el mínimo histórico del 0,75%.
En relación a esto, Mario Draghi puntualizó que el máximo órgano ejecutivo del BCE tomó esta decisión por unanimidad y que no discutió un recorte del precio del dinero.
La eurozona estudia la posibilidad de ofrecer ciertas garantías a los inversores que adquieran deuda del Estado español.
El Tesoro cuenta ya con los casi 4.000 millones de euros captados ayer para afrontar los 30.000 millones que vencen este mes.
Mariano Rajoy se reúne hoy en Malta con Draghi y Hollande, un encuentro marcado por la incertidumbre de si pedirá la ayuda.
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, cree que el Gobierno de Rajoy debe pensar «muy seriamente» si debe o no revalorizar las pensiones en 2012, ya que hacerlo tendría «un impacto negativo sobre el déficit público de este año y del que viene», y empeoraría la estimación de caída de la economía.
Tras comparecer en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Linde puntualizó que el Banco de España «no recomienda nada» y recordó que la decisión de actualizar las pensiones respecto a la inflación interanual de noviembre solo corresponde al Ejecutivo. Sin embargo, Linde aseveró que el Gobierno español debe tomar una decisión «grave y muy importante» sobre dicha actualización ya que «tendrá consecuencias para este año y los sucesivos. Nadie puede llamarse a engaños, ya que se sabe el impacto» que podría tener sobre un incremento del déficit público para 2012 y el incumplimiento del objetivo del 6,3% del PIB establecido.
El gobernador mantuvo que la revalorización de las pensiones es «otro riesgo» que existe para que no se logre el déficit marcado. «Hay una decisión que tomar en pensiones y hay que enfrentarla», recordó al Ejecutivo. Asimismo, añadió que teniendo en cuenta que la tasa de inflación interanual está en el 3,5% y que la compensación podría situarse en torno al 2,5% supondría un incremento del gasto en pensiones de 3.000 millones de euros en 2012, «que se consolidaría en 2013 y ejercicios futuros». Linde cree que si se avanza en las reformas y se persevera en la de las pensiones, la economía podría crecer en 2014 y crear empleo neto.
Indicó que se debe culminar en el Pacto de Toledo la reforma del Sistema de Pensiones y abogó por la separación de fuentes de financiación del sistema. De un lado, indicó, las pensiones contributivas deben ser financiadas exclusivamente con cotizaciones y, de otro, los complementos no contributivos y las pensiones no contributivas financiadas con impuestos. GARA