La viuda de Abel Angel González, trabajador que falleció por un mesotelioma derivado de la inhalación de amianto, aseguró que la reclamación del 50% de recargo de prestaciones a los astilleros sucesores de Euskalduna y a La Naval «está justificada porque mi marido murió por haber trabajado con amianto».

Nuria Busto, abogada de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie), reconoció ese extremo, aunque en la vista judicial la defensa de las diferentes empresas de los astilleros públicos y privados, en este caso Construcciones Navales del Norte (CNN), que es la propietaria en este momento de La Naval, aseguraron que desde los años ochenta no se utilizaba el mineral cancerígeno.

Sin embargo, varios testigos que comparecieron en el juicio reconocieron que el extrabajador realizó trabajos de reparación de buques construidos antes de esa década y que «todos ellos llevaban amianto en su instalaciones».

El fallecido trabajó en el desaparecido astillero de Euskalduna desde octubre de 1958, desde que entró a trabajar en la escuela de aprendices, hasta 1989, cuando se inició el proceso de desmantelamiento del astillero, situado en Bilbo. González fue luego enviado al astillero de Sestao, La Naval, hasta su prejubilación en 1997. En 2009 se le diagnosticó el mesotelioma y en julio de 2010 la Seguridad Social le reconoció la enfermedad profesional.