«Las cooperación entre la Policía y las organizaciones fascistas es clara»
Petros Konstantinu es concejal de Atenas por Antarsya (Frente de Izquierda Anticapitalista) y Coordinador del Movimiento Contra el Racismo y la amenaza Fascista en Grecia (KEERFA).
Antonio CUESTA | ATENAS
Tras un verano en el que se han incrementado los ataques racistas contra las comunidades inmigrantes residentes en Grecia, GARA ha conversado con Petros Konstantinu, concejal de Atenas por el Frente de Izquierda Anticapitalista y coordinador del Movimiento Contra el Racismo y la amenaza Fascista en Grecia (KEERFA, por sus siglas en griego), para tratar de explicar cuál es la situación actual en torno a esta preocupante cuestión.
¿Cuál es la situación en Grecia con la llegada a la Asamblea Nacional del partido fascista Amanecer Dorado (AD) y el aumento de las agresiones racistas a lo largo de todo el verano?
La profundización de la crisis política y económica tras las elecciones de junio ha incrementado la furia popular. El Gobierno de coalición había asegurado que renegociaría el memorando para buscar el alivio de la gente, pero lejos de eso presentó durante el verano un vasto plan de privatizaciones y un paquete de nuevos recortes. La movilización contra estas medidas en Tesalónica (segunda ciudad del país) que reunió a más de 40.000 personas, la huelga en el sector público del pasado 12 de setiembre y las decenas de miles que se manifestaron el 24 de agosto en Atenas, convocados por el movimiento antirracista y antifascista, contra la agenda del Gobierno de mantener a los inmigrantes en campos de concentración, son un síntoma de la gravedad de la situación social.
La crisis está hundiendo a los partidos neoliberales y favoreciendo la intención de voto de los fascistas. Frente a las políticas de estos ahora hay una izquierda fuerte, con unas organizaciones sindicales y antifascistas muy activas, presentes en los centros de trabajo y en las calles.
Sin embargo, las encuestas de opinión parecen ofrecer un aumento del apoyo a este grupo neonazi...
Las encuestas realizadas por los medios de prensa muestran un incremento en la intención de voto de Amanecer Dorado. Pero hay que tener en cuenta que los medios evitan llamarlo nazi o fascista, que lo presentan como un partido político más y que las preguntas en los sondeos no son del tipo: «¿apoya usted los ataques fascistas contra inmigrantes?».
La prensa se muestra receptiva a las provocaciones y mensajes xenófobos de AD, pero ocultan hechos importantes. Le pondré un ejemplo: hace unas semanas, un joven nazi murió en Esparta, tras varios días de hospitalización, como consecuencia de las heridas producidas al manipular un artefacto explosivo, la Policía encontró en su domicilio 60 bombas más, ningún medio dio la noticia. No la consideraron relevante.
Los medios de comunicación ponen en segundo plano los ataques fascistas y las acciones criminales de esta gente. Y ofrecen visiones sesgadas o falsas sobre esta cuestión, diciendo que son debidas a la crisis, al vacío dejado por el Estado. Pero eso no es verdad, el Estado está a favor de las políticas racistas y de las políticas de austeridad, antisociales y antiobreras. Eso no es estar ausente. También aseguran que cuando el memorando funcione la situación de los ciudadanos mejorará y el fascismo desaparecerá. La realidad es más compleja, los ataques contra la clase obrera -nativa o inmigrante- proceden de los partidos de derecha y del Estado. Ahí tampoco existe ningún vacío, el Estado apoya a los nazis y destruye el futuro de las personas.
¿Qué posición tiene Amanecer Dorado con respecto a la clase dirigente?
AD está financiado por industriales, empresarios, banqueros... porque se sirven de esta organización para atemorizar a trabajadores inmigrantes -especialmente en industrias pesadas y pesqueras- o romper huelgas como lo hicieron en Volos. Estos matones se ofrecen, además, a los grandes comerciantes para despejar las calles de pobres, drogadictos o vendedores ambulantes, presentándose como los únicos capaces de proporcionar seguridad.
Las conexiones y la cooperación con la Policía son claras y notorias. Cuando las bandas fascistas atacan en un barrio los agentes nunca están allí, no hay detenciones. La Policía les permite agredir a los inmigrantes porque la mayoría están regularizados y legalmente no pueden hacer nada contra ellos. Muchos pogromos fascistas y ataques suceden de este modo. Este es el modo en que cooperan las organizaciones paraestatales fascistas y las fuerzas de seguridad.
El ministro de Justicia, Antonis Rupakiotis, anunció recientemente el endurecimiento del Código Penal para actos de violencia racista. ¿Qué opinión le merece esta declaración?
Las denuncias de cooperación entre Policía y atacantes y el aumento de la presión del movimiento antifascista le obligó a decir eso. Pero al mismo tiempo autoriza manifestaciones nazis y permite que los matones de AD se reúnan frente al campo de concentración de inmigrantes de Corinto y hagan patrullas a su alrededor. Sus palabras se contradicen no solo con las políticas racistas del Gobierno, sino también con la connivencia que tienen con AD.
¿Cuál es la situación de los inmigrantes tras las continuas agresiones?
Están cada vez más organizados y tienen una capacidad de resistencia admirable. Fue fantástico lo que sucedió el pasado 24 de agosto, cuando cerca de 30.000 inmigrantes se manifestaron en las calles, rodeados de policías, con controles para pedirles su documentación, parando los autobuses que venían de fuera de Atenas e impidiéndoles seguir... Fue un tremendo desafío. Una manifestación tan grande contra la amenaza fascista demuestra que su rabia se ha canalizado hacia la organización. Y fue una conmoción para el Gobierno, pues no pensó que eso pudiera ocurrir.
¿Cómo está organizado el movimiento antifascista?
Es obvio que antes de los ataques liderados por los diputados de AD no había una verdadera movilización popular. En poco tiempo se ha articulado una organización descentralizada, presente en muchos barrios y localidades, y tremendamente activa. Esa es una buena noticia. Es una batalla que está abierta pero que estoy convencido de que la venceremos, porque se están dando grandes movilizaciones tanto de la clase trabajadora en su conjunto contra las medidas de austeridad, como del movimiento antifascista contra las políticas xenófobas.
«Amanecer Dorado está financiado por industriales, empresarios, banqueros... porque se sirven de esta organización para atemorizar a trabajadores inmigrantes o romper huelgas»
«Los inmigrantes están cada vez más organizados y tienen una capacidd de resistencia admirable, además se ha articulado un movimiento antifascista tremendamente activo»
Aunque en los últimos meses ya se estaban produciendo ataques racistas contra la comunidad de inmigrantes residentes en Grecia, la llegada al Parlamento del partido neofascista Jrisi Avgi (Amanecer Dorado) ha disparado este tipo de actos violentos por todo el país.
Una larga lista de agresiones han tenido lugar durante todo el verano no solo en las calles, a plena luz del día, sino incluso en los hogares de las víctimas. El 16 de julio cinco ciudadanos indios y paquistaníes resultaron heridos tras el ataque de un grupo de unos 20 hombres enmascarados, armados con palos y cuchillos, perpetrado en siete viviendas que fueron destrozadas completamente. El 12 de agosto resultó muerto un joven iraquí en el centro de Atenas, minutos después de haberse producido otra agresión contra un ciudadano rumano y otro marroquí. Dos días después un tunecino de 25 años era apuñalado y moría en Tesalónica, la segunda ciudad del país. Esta es solo una pequeña muestra de los casos sucedidos.
A tenor del informe realizado por la Asociación de Trabajadores Migrantes en los últimos seis meses, se han recogido más de 500 denuncias por ataques racistas, pero son solo una parte del total, ya que en muchos casos existe el temor de las víctimas a comunicarlo a las autoridades. La mayoría de los asaltantes son miembros de Amanecer Dorado (AD), y en algunas ocasiones los propios diputados lideraron las agresiones.
La Policía griega no suele realizar nunca detenciones, argumenta que carece de medios, y tampoco cuenta con estadísticas sobre este tipo de delitos, pues dice que la motivación es a menudo poco clara. Por si eso fuera poco, hasta la fecha el sistema de justicia tampoco ha condenado a nadie por actos de violencia racista.
Organizaciones de inmigrantes y grupos de derechos humanos han denunciado la pasividad policial y demandado mayor protección para el colectivo. Human Rights Watch también ha constatado agresiones contra menores y mujeres embarazadas. Por su parte, el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) ha denunciado a las autoridades por no tomar ninguna medida concreta para prevenir y combatir el auge de la violencia racista.
Este incremento ha venido acompañado por declaraciones gubernamentales abiertamente xenófobas y una campaña de redadas a gran escala, denominada Xenios Zeus (Zeus hospitalario), y que según los datos oficiales ha supuesto la detención de más de 20.000 personas desde principios de agosto, 2.500 de las cuales continúan en prisión. Para Amnistía Internacional esta «operación masiva de represión policial es discriminatoria, atenta contra el derecho de asilo y alimenta los ataques contra los inmigrantes». También Javied Aslam, presidente de la comunidad paquistaní en Grecia, acusó a la Policía de maltratar físicamente a los extranjeros durante la operación ordenada por el Ministerio de Orden Público y Protección Ciudadana.
Hasta el momento el único gesto realizado por el Estado griego ha procedido de la Fiscalía del Tribunal Supremo, que a finales de setiembre emitió una circular informando a la Policía de la obligación de detener a los diputados ante la comisión flagrante de delitos graves. El aviso llega a la Asamblea Nacional en medio del debate que se sigue para levantar la inmunidad parlamentaria a los diputados de AD después de que alguno de ellos participara recientemente en ataques contra vendedores ambulantes en la localidades de Rafina y Mesolngi. A. CUESTA